Raíces de la Universidad
Nacional de Río Cuarto. (Parte 3 de 7)
—El
Operativo Leones—
El “Plan Demonstración I” había sido
exitoso, Río Cuarto llenó la plaza y el Gobernador de Córdoba daba un amplio
apoyo al requerimiento por la nueva universidad. Unos días antes de este plan,
el Intendente municipal había convocado a una asamblea pública en
que participaron unas 150 delegaciones representativas de la educación del
trabajo y la cultura, tanto de la ciudad como de localidades vecinas que pedían
una universidad nacional, la que se llevó a cabo el 31 de octubre 1969 en
el Teatro Municipal, en donde se define conformar una “Comisión Pro
Universidad Nacional de Río Cuarto”, cuyos integrantes fueron
verdaderamente los pioneros en llevar adelante el proyecto de gestación y
dieron el empuje vigoroso para que se lograra la casa de altos estudios.
Esta primera comisión fue presidida por
Ing. Alberto Lucchini, y el Dr. Ricardo Martorelli, fue su vicepresidente.
Ahora trabajando la comisión a pleno se hicieron en una año distintas gestiones
en la ciudad de Córdoba y Buenos Aires tendientes a encarrilar y dinamizar el
proyecto, lo cual para nada resultó fácil, pero la comisión junto a
colaboradores, se movían con dinamismo y objetivos claros, en donde la mayoría
de sus integrantes participaban con verdadero entusiasmo y organizados en un
equipo muy bien coordinado.
Así fueron avanzando en las gestiones,
pero un obstáculo muy significativo que se presentó, fue la entrevista
realizada al Ministro de Educación de La Nación, Dr. Dardo Pérez Guilhou, la
cual se concretó luego de mucha insistencia el 23 de diciembre de 1969 y fue
muy desagradable, porque primero hubo una larga espera para lograr la audiencia
y que la delegación de Río Cuarto fuera recibida. Al final, como de lástima, se
le asignó un día incómodo y una hora inadecuada, pero igual la comisión concurrió;
después el Ministro atendió a la delegación con una marcada y desprolija
educación. En su despacho ni siquiera se invitó a los visitantes tomar asiento.
El Ministro. Para atenuar su falta de cordialidad, se incorporó apoyándose al
frente de su escritorio y comenzó a decir cosas sueltas y muy desubicadas
inconcebibles de una alta autoridad; hubo cruces de palabras duras.
Tuvo un enfrentamiento con el sacerdote
de Gral. Cabrera el Padre Miguel Aristimuño, quien fue un luchador para lograr
la creación de la universidad y ahora integraba la delegación en representación
del obispado de Rio Cuarto. Una persona con brillante corrección y
brevemente le explicó para que solicitábamos la Universidad, quien mencionó:
“Señor Ministro, traigo la adhesión
de la comunidad católica de nuestra diócesis y la palabra del Señor Obispo en
apoyo de la creación de una Universidad Nacional en Rio Cuarto, que además de
llenar una sentida necesidad en materia de enseñanza universitaria y promoción
económica y cultural, ha de contribuir eficientemente a lograr la pacificación
de los espíritus” Las palabras del sacerdote irritaron al
malhumorado Ministro quien interrumpió al Padre, levantando la voz con un
exabrupto y le dijo: “que me
viene hablar usted de pacificación de los espíritus, si todos sus colegas andan
por ahí alborotando a la gente…”. En este caso lo interrumpe con
firmeza Luis Raúl Roca, quien era también un hombre de Río Cuarto
que integraba la delegación en representación de la Confederación General
del Trabajo y le dice con mucha firmeza al Ministro mirando también al
sacerdote: “ bueno nos equivocamos,
porque aquí estamos frente al ministro de mala educación. Nosotros
venimos a verlo a usted representando a importantes sectores de la comunidad y
no ha pasiones mezquinas, porque nos anima el afán de contribuir a la solución
de los problemas del país, de manera que no aceptamos reprimendas de nadie por
nuestro proceder”. La verdad que sorprende su mala predisposición.
Victor Yoma, participante de la
reunión, indica que “fue muy fuerte la intervención de Roca, una verdadera y
justa frenada al Ministro, y se notó que el hombre se dio cuenta que había
estado mal, porque a partir de allí cambio su actitud y al final
entregó un ejemplar de las pautas para crear nuevas universidades, imposible de
cumplir y en total discrepancia con el Plan Taquini”. Así el Ministro dio por
terminada la precaria reunión y despidió a la delegación con mucha frialdad y
sin darles la mano. Salieron de ahí con una experiencia muy desagradable,
pero entendían que eran las condiciones de aquella lucha y no debían bajar los
brazos. Además pensaron que el ministro había sido “influenciado” por gente de
la oposición a que se formara la universidad de la misma ciudad de Rio Cuarto.
En los primeros días de marzo de 1970
el Gobernador de Córdoba estaba en Mendoza participando de la fiesta de la
Vendimia, el Presidente de La Nación le dice en aquel lugar que en días
llegaría a la ciudad de Leones para concurrir a la Fiesta del Trigo. No perdió
tiempo el ingeniero Huerta, se comunicó con el Intendente de Río Cuarto para
indicarle el movimiento del Presidente y le sugiere que organice destacar una
delegación de gente de la ciudad y región para concurrir a Leones y manifestar
la inquietud de la Universidad al Presidente.
El Ing. De Marco, le pidió a Víctor
Yoma, que se comunique urgente con el Gobernador, porque así habían quedado y
fue de este modo que se coordina la visita a la Fiesta Nacional del Trigo. Unas
dos mil personas de Río Cuarto se movieron entusiasmadas hacia aquella ciudad
con doscientos automóviles y dieciocho ómnibus, antes había concurrido el intendente
y el ingeniero Lucchini para preparar la llegada y tener todo organizado con
las autoridades de la ciudad de Leones.
El día 8 de marzo la columna de todos
los riocuartenses se colocó a la vera del camino desde el aeroclub al centro de
la ciudad, y daban la bienvenida a Onganía, además de desplegar carteles en pro
de la Universidad de Rio Cuarto, lo que impresionó al Presidente, quien
preguntó por qué tanta gente de Río Cuarto y le respondieron que venían
pidiendo una universidad.
Luego de los actos centrales y antes de
ingresar a la cena el Presidente recibe brevemente a la delegación. Onganía
mencionó que estaba sorprendido ante tanta gente, el Señor Osvaldo Collosa, le
respondió que “veníamos por la educación” y ahí fue cuando Onganía promete que
a la brevedad visitará la ciudad con mucho gusto y agrado. El “Operativo
Leones” se había cumplido con éxito y se conocía que el Presidente de la
República vendría a Río Cuarto. Lo cual detallaremos en la próxima entrega.
Walter Bonetto
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