jueves, 15 de diciembre de 2016

El Mono Juan Astronauta Argentino

Muy cerca, pegadito a la navidad de 1969, o sea, hace ya casi medio siglo, en el mismo año que el hombre había llegado a la luna, los argentinos lanzábamos y recuperábamos con total éxito desde nuestra Pampa de Achala, en la provincia de La Rioja, al “Mono Juan” que habíamos lanzado al espacio.

Fue toda una hazaña para los técnicos argentino realizar esa misión. El mono Juan era un simpático animalito que pesaba algo menos de 2 kilos y había nacido en la selva de Misiones, fue seleccionado para cumplir como el “primer astronauta argentino”.
Una de las premisas del grupo de científicos nacionales fue la de preservarle su vida, lo que años anteriores no ocurrió en Rusia con el lanzamiento al espacio de la “Perra Laika” que se convirtió en el primer ser vivo terrestre en orbitar la tierra a bordo de la nave soviética Sputnik 2, en noviembre de 1957, siendo Laika el primer animal que murió en órbita al formar parte de la carrera del espacio.
Los científicos argentinos dentro de su programa de construcción de vehículos nacionales para lanzar al espacio, habían desarrollado el cohete Sonda Canopus II que contaba con 4 metros de largo y podía trasladar hasta 50 kilos de carga al que se le había adaptado el habitáculo donde se instalaría este tripulante tan especial.

El equipo de trabajo tenía como principal objetivo monitorear los signos vitales de Juan en tiempos reales durante todo el vuelo y traerlo con vida a la superficie de la tierra; así fue como se conectaron varios censores al cuerpo del animal, cuya información era transmitida de manera directa al Centro de Control a través de un sistema instalado de telemetría desarrollado por técnicos argentinos especialmente para esta misión.

Según manifiesta uno de los integrantes de este proyecto, el Comodoro Ingeniero Aeronáutico Luis Cueto: “El monito dentro de su capsula de vuelo iba sedado, para mantenerlo quieto pero consciente. Estaba cubierto por un chaleco impermeable y sentado en un asiento diseñado especialmente para reducir los efectos de la aceleración sobre el cuerpo del animal, ya que lo recostaba de una manera tal que las mismas entraban de forma transversal al cuerpo. De no haberse hecho esto, la vida del mono habría corrido peligro…”
Este asiento, a su vez, estaba dentro de una cápsula llamada Amanecer que se encontraba ubicada en la punta del cohete Canopus II, que ya había realizado dos vuelos de prueba. Adicionalmente, la cápsula estaba presurizada y contaba con una reserva de oxígeno de entre 15 y 20 minutos.
También nos manifiesta el Comodoro Cueto: “No me voy a olvidar nunca cuando miré a Juan por la escotilla antes de despegar. Le daba el reflejo del sol. «¡Qué lindo si te pudiera volver a ver!», le dije”.

“Luego del lanzamiento, durante los primeros cinco minutos, el cohete alcanzó una altitud superior a los 7 km, tras lo cual se apagaron sus motores y continuó ascendiendo por inercia varios kilómetros. Para este momento, el medidor ubicado en la ojiva registraba una temperatura de 800 °C. La temperatura dentro de la cápsula nunca superó los 25 °C.
A medida que ascendía, la trayectoria del cohete trazó una parábola, ya que se trataba de un vuelo suborbital (escapaba de la atmósfera pero no entraba en órbita como un satélite). Durante su apogeo alcanzó una altura de 82 kilómetros. La estratósfera termina a los 50 km y ningún avión comercial vuela por encima de los 15 km.

Una vez alcanzado el punto de mayor altura, el motor se separó de la carga útil y cayó a tierra, mientras que el resto del cohete desplegó unos frenos aerodinámicos para mantener la estabilidad y comenzar a descender lentamente hacia la superficie. Como su nombre lo indica, estos frenos permitían reducir la velocidad (cosa necesaria antes de desplegar el paracaídas) sin perder sustentación.
El funcionamiento de dicho mecanismo es curioso y muestra la creatividad del equipo argentino. Consistía en desplegar varias aletas en la parte inferior (superior desde el punto de vista de la caída) de la carga útil formando una forma similar a los pétalos de una flor abriéndose. Este diseño, inspirado en el eucalipto, resultó muy eficiente, ya que no solo redujo la velocidad sino que eliminó la parábola, permitiendo una caída en 90 grados, ideal para que, una vez enderezado el artefacto, se desplegara un pequeño paracaídas.
Hasta ese momento, Juan seguía respirando con el oxígeno de la cápsula presurizada y los instrumentos no indicaban ninguna alteración en su salud. Una vez alcanzada una velocidad de 108 km/h a una altura de 3000 m, se abrió una escotilla y una turbina comenzó a ventilar el interior del habitáculo del mono. De esa manera, Juan volvía a respirar aire natural sin depender de la reserva de oxígeno. Inmediatamente después de esto, se desplegaron otros dos paracaídas más grandes que el primero y comenzó el suave aterrizaje.
El principal temor de los miembros de la operación era que la nave cayera en una zona con agua y que la turbina de ventilación comenzara a inundar el habitáculo. Sin embargo, esto era poco probable debido a la topografía de la zona, y el aterrizaje finalmente se produjo en la Salina La Antigua, a 60 km de Chamical”.

Una vez localizado el cohete, fue trasladado a la base de operaciones, donde fue desarmado ante la expectativa de todos. Cuando se abrió la escotilla se encontraron con Juan en perfecto estado de salud, quien miraba a todos y movía las manos muy lentamente, en parte debido a los efectos del sedante y también por el nerviosismo producto del viaje. El operario que lo había sacado alzó en sus manos el pequeño asiento, mostrando a Juan al resto de los presentes. Todo el vertiginoso viaje duró en total 15 minutos.
Luego del viaje, vivió durante más de dos años en el zoológico de la ciudad de Córdoba, siendo la principal atracción del mismo. Su historia fue relatada en el documental “Juan, el primer astronauta argentino” del señor Diego Julio Ludueña. El que fue consultado para esta nota la que destaca fundamentalmente una Argentina con un extraordinario desarrollo aeroespacial que lamentablemente no mantuvo el objetivo y perdió un potencial humano y material invalorable para la carrera del espacio.

Walter Bonetto
15-12-2016

domingo, 27 de noviembre de 2016

Fidel Castro

Fidel, verdadero mito en la historia revolucionaria de América

La muerte de Fidel Castro impacta, a pesar que era casi esperada por su edad y su estado de salud; causa una especie de desencuentro y de incertidumbre después de medio siglo de lucha en gran medida exitosa que lo congratulo con la fama de gran líder por gobernar un pequeño país que le hizo frente con mucha valentía a un poderoso imperio el que nunca lo pudo derrotar o doblegar.

A partir del año 1956 y con el derrocamiento del ex sargento cubano Fulgencio Batista quedó como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y estableció el primer estado socialista de América adoptando el marxismo como doctrina para esa revolución. Fue este el gran espaldarazo a Norteamérica produciendo una fractura ideológica en el continente en donde a muy pocas millas de su territorio un pequeño país pensara y trabajara en contra del capitalismo.

Pero ahí en Cuba en esos tiempos había grandes capitales y empresas norteamericanas que manejaban la banca, el comercio y gran parte de la producción,era casi una colonia condicionada por los estados Unidos, además habían convertido a la misma Habana en una ciudad para la diversión desenfrenada, el juego, y la prostitución muy refinada para gente extranjera de elevado poder económico que visitaban a la Habana para encontrar los placeres.

Todo esto desencantaba a gran parte del noble y trabajador pueblo cubano que vivía en la pobreza y con pocas esperanzas de progreso, por lo tanto las promesas de Fidel, que era la revolución del pueblo y para el pueblo, pegó muy fuerte a millones de cubanos que querían ver un nuevo horizonte.

El gran objetivo era “asegurar la revolución” a cualquier precio y extenderla a países vecinos. Para gran parte de ese pueblo era una causa justa, verdaderamente justa y apoyaban profundamente a Fidel, pero en la medida que la revolución se fue extendiendo aparecieron dificultades y disidentes en distintos órdenes que no dejaron de cuestionar la misma y muchos cubanos se fueron desencantando
Todo esto marcó la gran diferencia que aún perdura en estos días.
Fidel era un hombre intelectual de gran pensamiento y carisma, que supo encausar la fuerza de la oposición y se supo “deshacerse” de sus colaboradores en disidencia, la cual crecía en la medida que gran parte del pueblo observaba de que las promesas, muchas de ellas no se cumplían, además con la nacionalización de empresas y la banca los cubanos seguían peor que antes, entonces el desencanto de una fracción del pueblo apareció, Castro que lo tenía todo calculado, no duda en encausar esa diferencia culpando al capitalismo como responsable de esos fracasos y se mostró implacable con los “enemigos de la revolución”. Persecución, muerte y cárcel para ellos, solamente por pensar distinto, lo que es propio de los líderes dictatoriales.

Entre esos parámetros se manejó la revolución de Cuba dirigida por Fidel con medio siglo de torturas, persecuciones, perseguidos, desterrados, presos políticos y por sobre todas las cosas: ideología única, en donde pensar distinto es altamente peligroso y resulta letal.

Visto de este punto se entiende claramente que la revolución cubana no tuvo el éxito que normalmente se le publica y su pueblo sigue sometido y con falta de libertad. No es un país democrático como los mismos ideólogos lo quieren nombrar dado que en Cuba durante el régimen de Castro no hubo alternancia en el poder y la voluntad del pueblo no se cumplió, así es como miles y miles de balseros, año tras año se lanzaban al mar para escapar de su tierra querida, sabiendo sobre los enormes riesgos que corrían, pero igual se lanzaban en embarcaciones más que precarias, exponiéndose juntos a sus seres queridos de ser comida para los tiburones.

El mismo Fidel Castro que tanto pregonó en contra del capitalismo, y con justa razón, el muere como un gran capitalista, por su enorme fortuna personal y su modo de vida considerado que fue uno del hombres más rico del continente. ¿Qué pasó entonces con la revolución? ¿Qué pasó con la patria socialista? Lo que se ha logrado en salud y educación no alcanza para el bienestar del pueblo y posee, especialmente en salud, tremendas falencias.

Se precisa en cuba un bienestar general, dado que aún no se logró. Gran parte del pueblo sigue viviendo en un marco de mucha pobreza y en la actualidad existen muchos perseguidos por problemas de pensamientos políticos. Es en Cuba donde las Damas de Blanco recorren las calles de La Habana pidiendo por los presos políticos, en donde existen farmacias vacías porque no hay muchos medicamentos y existen enormes colas para conseguir alimentos. También en Cuba fueron perseguidos los gay hasta el año 1979 y la iglesia católica sufrió sus persecuciones. Por lo tanto ante este panorama, debemos considerar que la libertad de un pueblo y la democracia no pueden tener falencias de este tipo.

Para millones de mujeres y hombres, el líder de la revolución, aunque para otros muchos el dictador, ha partido; esperemos que ese país hermano en el futuro tenga lo mejor para su pueblo que tanto lo merece y que las luchas y muertes que trajo esa revolución no haya sido en vano.

Walter Bonetto
27 de noviembre de 2016

martes, 15 de noviembre de 2016

Fragmento de la novela EL CARRERO DE SAN BERNARDO

Sufriendo la prisión (1736)

La partida con el prisionero llegó después de cabalgar durante gran parte de la noche.
Faltaba un par de horas para que aparecieran los rayos del sol sobre el horizonte cuando el comandante le ordenó al guardia que abriera la empalizada.
Anastasio estaba molido de cansancio y le dolía todo el cuerpo. Entraron al interior, y un oficial con dos soldados se acercaron al jefe de la comitiva y lo saludaron militarmente, indicándole que el presidio estaba en orden.
Aquella cárcel contenía tres edificios de adobes y techos con paja, los que no superaban el metro y medio de altura, estando las habitaciones cavadas en el piso. En el centro había una torre de palos donde se apostaba un soldado vestido con harapos y lleno de mugre que hacía de vigía. Todo el cuadro estaba rodeado de una pared de adobe de más de dos metros de alto, protegida con una empalizada y una zanja perimetral en su exterior. Su aspecto era tétrico, parecía una caverna más que un fuerte.
Los soldados desmontaron y comenzaron a quitar los aperos a sus caballos. Luego de atender las nuevas que le comentara el militar a cargo del presidio, el comandante se volvió hacia Anastasio, lo miró con un aire de lástima, y le dijo a su oficial:
– Es Anastasio Villegas, el detenido que debe cumplir el arresto de treinta días. Póngalo en la celda liviana. Es un buen hombre.

Entre palos y adobes apilados fue a parar el detenido, sin saber la causa ni haber tenido juicio, y solamente por la acusación de un mal hombre, quien por su sangre española tenía cierta influencia, la que usaba con injusticia.

Cansado, el muchacho se tiró en el suelo. Muy hambriento y sucio allí quedó, remordiéndose en la infamia cometida hacia su persona.
Mientras estaba en esa situación, alguien lo interrumpió:
– ¡A ver, Villegas! Ricibí esta bolsa – gritó con energía el cabo encargado del presidio. Anastasio lo miró un momento, sin saber lo que le daba.
–¡Agarra paspao!...Yo soy el cabo Paredes… estoy encargao del prisidio. Te ricomiendo tu conduta, ¿sabi? Aquí al lao está el cepo para los que no la cumplen… ahí se caaaaagan todo. Tinemos once ditinidos y cuatro son indios, los que andan engrillao. Además hay 16 indios en la zanja. En la bolsa tinés un poco de paja pa que pongas arriba é los palos y dormás mejor. ¿Pricisas algo ahora?
– Tengo hambre, en todo el día no comí nada.
– ¡Güeeeeeeno cheeee!, mirá que en los jortines se come muy poco, y menos comen los presos, pero mañana tinés mate y al mediodía unos alones de avestrú hirvido. ¡Aquí estás en la cárcel! ¿sabí? No pidas lujos. Estás cumpliendo una condena, y no alcanzas a llegar que ya pidís comida ¿Y por qué mierda ti han mitido?
– No lo sé señor. No cometí nada.
– ¡No comití nada! Qué caradura… todos los pillos son iguales… ¡moooosquitas muerta! Andá sabé qué bosta ti has mandao. Pero aquí te vamos a corrigir vas a ver.
– ¿Señor, no hay un poncho para taparme?
– Voy a ver si te consigo uno por un rato, hasta que el guardia güelva de la recorrida, porque nunca lo lleva. Además, ya en un rato está clareando, así que no te hace falta poncho ¿Y vos, cómo no te trajiste uno?
– Es que señor… no sabía dónde venía.
– Bueno tine en cuenta pa la próxima. Hay que vení priparao. ¡Aaaah …! y también te quiero dicir ¡Que no mi digai señor…carajo! Yo soy el cabo Paredes, ¿mi intindiste?

El amanecer apareció lentamente, despertando al nuevo día. Ahora la mañana se hacía larga y estaba frío. Anastasio no pudo dormir ni un momento, el lugar se le volvía insoportable, se juntaba la helada, el hambre, su dolor en el cuerpo, los olores nauseabundos, y los gritos de aquellos presos en el cepo que lloraban de dolor y pedían clemencia. Era la sinfonía con la cual esos seres humanos amanecían en aquel lugar.
– Muchacho ¡güen día! – le dijo el condenado de al lado, de quien solamente lo separaba una pared de palos enterrados en el piso, pero entre la separación de los mismos podían mirarse.
– Guen día –contestó con timidez Anastasio.
– Escuché lo que le decías al cabo Paredes. Tené cuidao con ese tipo, es lo más taimao y traicionero que existe, si le caes mal, te hace la vida imposible y te va a castigar sin piedad. Aquí castiga a los indios hasta matarlos, es un desalmao… nunca le des la contra. Ahora te va preguntar si tenías frío. Si te quejás, no te va a dar poncho.
– ¿Por qué estás vos aquí? –le preguntó Anastasio.
– Porque herí a puñaladas a un cuatrero de hacienda, que después se murió.
– ¡Aaaah, la pucha… amigo, qué complicao! Aunque el tipo entonces murió en su ley.
– Sí, jue una disgracia, pero lo hice en defensa propia, ese ladrón estaba cibao, y cada año me robaba. Yo no sabía que lo había matao, él me atacó primero. Le fue mal, los dos que lo acompañaban se asustaron y lo llevaron herido, abandonando parte de mis vacas, las que recuperé. De todos modos seguí buscando porque me faltaban cinco, y las terminé encontrando en el campo del Juez. Cuando se las reclamé, el hombre se sintió molesto y ofendido, me contestó que esa era hacienda confiscada, y se usaría para mandar provisión a los fortines, y que era orden del gobernador y del Virrey retenerlas.
– ¡Me la han robao, señor Juez! Es hacienda marcada con señal. ¡Es mí hacienda, señor! “Usted no puede dar en contra de lo que dice la justicia”, me contestó con mucho prepo, el disgraciao. Lo que hace no es justicia, han robao mis animales y los encuentro en su campo… ¡me quiero llevar mi hacienda! Y este me contestó: “¡Usted no se lleva nada!, ya le dije, es hacienda confiscada por orden del Virrey. Y cuidaoo, carajo… no se me desacate porque va dir al cepo.”
– Así que perdió la hacienda.
– Sí, perdí la hacienda y no solo eso, pasaron unos días y vino el comandante a detenerme. Yo le expliqué todo, pero no valió la pena. El ladrón era de San Luis y ya estaba cibao, cada año vinía y lo que robaba le daba la mitá al Juez. También le dije al comandante que había encontrao parte de mi hacienda y había recuperao algunas vacas, de las que faltaron cinco que encontré en el campo del Juez. Cuando se las reclamé, se sintió muy molesto, el tramposo me dijo que la había confiscao por orden del Virrey, pero eran mentiras, las vendía a los fortines diciendo que era hacienda de él. Yo lo descubrí. Y aquí me ves.
– ¿Y ahura?
– Y ahura dependo de este guacho del Paredes, del comandante y del atorrante del Juez.
– ¿Y tú campo?
– Mi campo es un rancho pobre que está cerca del río. No sé qué hará mi mujer y mis dos gurises… pobricitos ¡cómo los siento!

Quedó en silencio Anastasio, pensando en la desgracia del pobre hombre y comprendiendo la injusticia cometida contra él.
– ¿Y el comandante, cómo es?
– No te confíes di naide. Es un disgraciao. La vida de este juerte es un tormento, por eso la gente cuando puede, se dispara al disierto. A vos te conviene aguantar; son solamente treinta días. El cabo Paredes te viá buscar todas las partes pa sublevarte, él es feliz cuando lleva a un reo al cepo, y festeja cuando el comandante los condena a pena de muerte – sin duda era espantoso el panorama para Anastasio.
– No te vian a trair mantas, yo te doy un poco de paja.
El hombre le fue pasando con mucha paciencia entre la hendija de los palos unos puñados de paja que Anastasio iba recibiendo y acomodaba junto a las que le había dado Paredes. Luego se recostó sobre la misma, aunque estaban tan hediondas, que daban asco.
Así quedó todo ese día, y pasó con gran sacrificio la segunda noche.
Al final, el amanecer sorprendió a Anastasio con su cuerpo dolorido y frío. Ahora pasaban algunos rayos de sol sobre los palos de la celda, y se escuchaba el andar de soldados que daban vueltas por los corrales, mientras que el relincho de unos caballos funcionaba de despertador para los pobres tirados en aquellos calabozos de palos, jugándole una apuesta a la desgracia.
Frente a aquellos corrales había un pozo de unos doce metros cuadrados cavado muy cerca de los calabozos; en ese lugar tenían a unos indios encerrados debajo de unas rejas de palos, la que cubría el foso al que llamaban “la zanja de los indios”. Ahí encerraban a esos pobres miserables con demencial crueldad, algunos encontrándose más muertos que vivos.
– ¡A ver, ustedes, rápido, rápido! Salgan de la celda y se van al corral de los caballos – gritó el cabo Paredes con odio y mucha energía.
Al llegar al corral, custodiados por tres soldados, uno de ellos trajo una lata sucia con mate. Era una infusión tan repugnante como inmunda, tanto, que daba asco tomarla.
– ¿Ti gustó el mate pampa?
– Sí cabo, estaba bueno y calentito.
– ¿Cómo durmiste anoche?
– Muy bien, cabo.
– Sabís que al final me olvidé la manta, ¡quííí macana che!, ¿pero durmiste igual, cierto?
– Sí cabo, dormí igual.

Así Anastasio pasó doce días, encerrado entre los palos. Por la noche le daban una manta, pero nada de comida, solamente un poco de zapallo más crudo que cocido, y eso sólo día por medio, y una sopa de huesos de avestruz, la que era intomable. Al cabo de esos días había perdido kilos y estaba tembloroso y débil; aunque le había hecho caso a su compañero de encierro y nunca le daba la contra a su ºcarcelero, tratando de complacerlo a pesar de que lo odiaba.
Un amanecer vio cómo engrillaban a un indio, exigiéndole que dijera a dónde estaban los compañeros. Nada respondía el pobre. Entonces le ponían el pie en agua hirviendo y le tiraban otro poco por el pecho, torturándolo sin piedad ni misericordia; aun así, nada decía, y solamente gritaba de desesperación. Por último, el cabo Paredes sacó un puñal y le cortó el cuello hasta despegárselo del cuerpo.
Fue una escena tremenda, y no conforme con ello, luego tomó de los pelos la cabeza sangrante y la tiró a las zanja de los indios mientras ordenaba a dos soldados que llevaran a esa porquería afuera. Los perros hambrientos terminarán el trabajo.
Fuerte e impactante, las crueldades que se cometían en el presidio; el abuso marcaba la diferencia, la ley no tenía rumbo ni norte, y la vida de un indio no valía nada. Para los españoles, los aborígenes eran seres sin alma, no pertenecían a la raza humana. La justicia no existía, cada cual la tomaba a su manera, y quienes ostentaban el poder, manejaban el destino de los demás a su antojo y forma; por ello la pampa era un suplicio, no había dignidad, no había reglas, solamente atropellos desmedidos, extremos, repleto de actos tan sanguinarios como innecesarios. Se inmolaban personas sin causas ni motivos, se cometían barbaries por quienes se consideraban civilizados. De ese modo, en cada acto se abría una brecha de odio extremo, marcándose entre conquistadores y aborigenes una guerra despiadada y tremenda que duraría siglos. Los criollos, los nativos de esta tierra que no eran indios, en general, ayudaban.
Pasaron los treinta días. Anastasio no tuvo problemas con el cabo Paredes pero había quedado tan famélico, que casi no podía mantenerse en pie. Estaba rotoso, sucio, y no veía bien, le dolía el estómago del hambre que sentía.
– El comandante ti quiere ver pa date la libertad porque se cumplió tu condena.
El carrero llegó como pudo a la galería de aquel rancho donde estaba el comandante.
– ¡Quedaté ahí nomás!, te quiero decir que has cumplido tu condena. Tratá de no meterte más en líos así te evitas problemas, ahora tomá un poco de mate y te podes ir así salís con la panza llena. – le ordenó el hombre desde la galería de ese inmundo rancho que obraba de oficina donde residía la autoridad.
Anastasio lo trataba de mirar pero nada podía distinguir porque tenía la vista nublada. Por último cayó al suelo, quedando tendido en el medio del guadal del patio.
– ¡Paredes!... llevá a este muchacho al camino, dejalo debajo de un árbol, algún carro lo llevará de regreso, lo conocen casi todos los troperos como El Carrero de San Bernardo, porque es el que arregla las carretas.
Un soldado lo subió sobre un rastrón de palos y cañas, y con un caballo lo fue arrastrando para cumplir la orden, y en un algarrobo del camino de carretas lo dejó abandonado.
– ¿Qué es este lugar? – balbuceó Anastasio cuando el soldado lo hacía bajar del rastrón.
– Estás en el camino. Estás en libertad. Aquí algún carrero te va a llevar pa tus pagos – fue lo último que dijo el mal trazado soldado, y volvió con su caballo y rastrón hacia aquel miserable lugar que llamaban fuerte.
Anastasio miró al sol sobre su cabeza, con dificultad se levantó y comenzó a caminar por una huella muy poco marcada, pensando que ese era el camino.
A los pocos metros llegó a un guadal en donde le resultaba pesado caminar. Tomando un palo para apoyarse, logró realizar un trecho, distancia que no fue ni cincuenta pasos, cayendo luego rendido, y sin poder continuar.
Más adelante notó que algo frío lo rozaba, y entre el desmayo y la consciencia se vio en medio de un pantano del cual no podía levantarse. Luchaba para salir de aquel lugar pero no lo lograba, estaba semi desvanecido, sintiéndose encerrado en su propio cuerpo, igual a si estuviera muriéndose.
Al final alguien se le acercó y alcanzaba a percibir muy confundido que lo levantaban y arrastraban. Oía voces, sin distinguir nada con claridad.
– ¿Qué le pasó, amigo? – el carrero no podía responder, escuchaba que le murmuraban, haciéndole preguntas y sin ser capaz de dar repuestas.
Quienes lo estaban rescatando también eran carreros y lo encontraron después de una fuerte tormenta, tirado a la intemperie, semi sumergido en el barro de una laguna que se había formado por la intensa lluvia.
Ahora el pobre no sabía ni quién era ni a dónde estaba.
Inmediatamente los carreros observaron su estado, comprobando que no se encontraba herido. Lo sentaron, le ofrecieron agua, le sacaron los miserables harapos embarrados y lo cubrieron con dos ponchos.
– Este hombre ha sufrido una disgracia y se está muriendo, me parece que de hambre. Lo vamos a cargar en el carro y lo llevaremos hasta el próximo paraje.
Trataron de alimentarlo con zapallo pisado pero el hombre demostraba no poder comer, luego continuaron viaje, llegando a San Bernardo después de un día de andar.
Anastasio volaba de fiebre.
Los viajeros enseguida le comentaron al encargado del lugar lo que habían encontrado por el camino, pidiéndole que lo socorrieran.
Cuando Rumendio vio a la persona que traían, enseguida lo reconoció.
– Este muchacho es Anastasio, “el carrero”, pero está más muerto que vivo ¿Qué le ha pasao?
– No sabemos, lo encontramos tirao en el medio del camino todo mojao y tapao e barro.
Rápidamente los hombres lo retiraron de la carreta y Rumendio lo tomó en sus brazos para llevarlo a su rancho, el mismo que él le había cuidado durante su ausencia, tal como se lo había prometido. Una vez que lo dejó en aquel lugar, apresuradamente fue a buscar a su mujer para que lo ayudara, brindándole todas las atenciones posibles. Lo pusieron en un catre, y con unos cueros de oveja levantaron su espalda, limpiándole el cuerpo con agua tibia al tiempo que le ponían paños con agua fría en la frente para bajarle la fiebre y le masajeaban con alcohol.
– ¿Qué será lo que le pasa?
– Esto es nada más que un gran enfriamiento, y está sin comer… ¡vaya a saber por qué!
La paciencia fue mucha, y las atenciones también.
Al final, y luego de dos días con intensos cuidados, la fiebre bajó y Anastasio comenzó muy despacio a hablar y comer.
– Tome esta sopa que está muy rica – dijo la mujer con una dulzura singular, mirándolo con sus ojos redondos y saltones, esos que parecían querer dispararse de sus mejillas para acariciar al hombre que la había halagado un tiempo atrás. Cucharada tras cucharada le daba en la boca para restablecerlo de su gran debilidad.
Anastasio balbuceó, agradeciendo.
– Yonaré… Yonaré, –exclamó suavemente, asombrado, sonriéndole con profundidad, agradeciendo el momento.
– Sí, soy yo, carrero. Lo estamo ayudando junto con don Rumendio y su mujer… toda la gente de San Bernardo quiere que se cure.
Hablaba poco, aunque él ahora estaba más consciente. Aún sin recordar casi nada de lo que le había sucedido, todavía se sentía muy aturdido y con mucho dolor en el cuerpo. Luego de la sopa le dieron carne asada y bebió mucha agua, quedándose nuevamente dormido. Rumedio lo vigiló hasta tarde, luego, cuando comprobó que descansaba bien, se retiró a su rancho, feliz porque el carrero se estaba reponiendo.
– ¿Cómo anda el carrero? – preguntó su mujer.
– A tomao tanta agua y sopa que me asusta.
– ¡Noooo, no ti asustes! Eso es muy gueno, se está reponiendo el pobre, es como dice la curandera Fabiola: está disidratao por eso toma agua. Cuando le bajen los calores del cuerpo queda curao.

Pasados unos días de convalecencia, Anastasio fue tomando su ritmo, recuperando por completo la memoria, y dándose cuenta de casi todo lo ocurrido. Se sentía complacido por haber encontrado a su rancho tal cual lo había dejado hacía un mes. Después y mientras continuaba en reposo, pasó a contarles a sus amigos que lo visitaban de lo terrible que fue su presidio en El Sauce.
– ¡Laaaa puucha!, poco tiempo pero lo necesario para matar a cualquiera… y todo por culpa del español desorejado.
– Ese hombre es un cristiano mal nacido.
– ¿Y lo volvieron a ver?
– Nunca más aparició. Gracias al tata Dios que no güelva, porque si lo hace, me voy a disgraciar. Y usté ahura tiene qui reponerse bien y seguir con su trabajo, aquí siempre lo piden pa que arregle carros Anastasio –dijo Rumendio.
A la mañana siguiente, junto con la salida del sol apareció golpeando las manos y pidiendo permiso Yonaré. Traía una caja de mimbre en cuyo interior había ropa.
– Pase, pase, ¡qué alegría que venga a mi casa, y qué alegría de verla! – la mujer esbozó una sonrisa.
– Esto es un chiripá y un calzón de punto que le hizo comprar don Rumendio, también le compró medias y un poncho grueso.
– ¿Y cómo voy a pagar esto?
– No lo sé, háblelo con él. A mí me dijo que se lo entregara, y también le tengo que traer carne cocida, leche, zapallo y un dulce de tuna.
– Bueno mujer…le doy gracias por tanta bondad, mil gracias para usted, para don Rumendio, su señora, y a toda la gente que me ayudó después de tanta mala suerte.
– Todo por culpa de mi marido.
– ¿Era realmente su marido?
– Güeno… él me compró, no estamos casao, pero yo le pertenecía.
– Ahora está libre y no tiene pertenencias.
– No sé, ¿y si güelve a aparecer y me quiere llevar?
– Yo no quiero que la lleve, Yonaré; quisiera defenderla y que nunca se vaya. Usted es una mujer muy bondadosa y linda, precisa un hombre bueno, que la cuide y no la maltrate. ¡Cómo me gustaría que fuéramos amigos!
– ¡Aaay, mire queeee mi dice! ¿Acaso no somo amigo? Sabe cuando tenía fiebre lo que lo he cuidao y usté hablaba solo, dicía cada cosas que a mí me daba cosquilla.
– Pero, ¿por qué… qué decía?
– Me llamaba a mí todo el tiempo y no se daba cuenta que estaba a su lao.
– Gracias, la verdad que la tengo en mi corazón.
– ¡Aaaay… miiiire que mi dice! ¿cóóóóómo me vai tené en su corazón?
– ¡Y cómo que no!, si el tata Dios la puso en mi camino… yo me casaría con usted.
– ¡Aaaay… miiiire qui mi dice! – continuaba repitiendo la muchacha
– Siento virgüenza que mi diga eso.
– ¡Sííííí… me casaría!... y don Rumendio sería nuestro padrino. A mí usted me gusta mucho y yo sería capaz de respetarla siempre. Sería mi compañera querida para vivir en este desierto, en esta pampa salvaje, porque yo siento que la quiero Yonaré ¡la quiero!
– ¡Aaaay… miiiiire qui mi dice!
– Eso le digo… que la quiero, porque me gusta, y cuando me encontraba en prisión siempre estaba en mi cabeza y soñaba con usted. La quiero.
– Nunca, nunca mi han dicho eso a mí.
– Entonces nunca la han querido, yo pretendo quererla mucho Yonaré… estoy enamorao de usted. Usted es muy hermosa, desde que la conocí, la he soñado.
La mujer quedó sorprendida, apabullada con tantas palabras lindas que brotaban de los labios del joven, y se sintió tan halagada, que su corazón vibraba, incapaz de expresar nada. Jamás le había pasado que un hombre con respeto y decisión le dijera que la quería.
Salió caminando hacia lo de Rumendio, lugar donde vivía, palpitándole una felicidad interior que era imposible describir.
Cuando la esposa de Rumendio la vio, le preguntó qué le pasaba.
– Es que usté sabe que Anastasio me ha dicho cosas lindas que me dejaron alegre como nunca.
– ¡Aaay muchacha!… ¿y qué te ha dicho ese hombre?
– Nooo…no doña Zoraida, es que me da virgüenza… ¿sabe?...no li puedo contá lo que mi dijo.
– Bueno, bueno, el carrero se está recuperando dimasiao pronto – dijo con picardía y seguridad la mujer. Ella sabía claramente que Yonaré estaba enamorada de Anastasio, dado que en todo aquel tiempo de convivencia en la casa con la muchacha, ella lo recordaba a cada instante y por cualquier motivo, y no había un día que no lo nombrara.
Mientras tanto, también el joven trataba de buscar opiniones con gente de su confianza:
– Yo quiero a esa mujer don Rumendio, estoy enamorado de ella. Se lo quería contar, como usted es autoridad de este lugar, para saber cuál es su parecer, me gustaría formar un hogar aquí, en San Bernardo.
– Güeno, haremos fiesta grande pal casamiento. Le confieso que esa muchacha ahora se siente feliz.
La ilusión invadía a los jóvenes. El estar enamorados era una promesa de la vida que traspasaba barreras y provocaba un gran entusiasmo, colmando de encanto y alegría. Sin embargo todo eso para ellos era solamente un bonito sueño, seguramente la realidad tendría un precio cargado de miles de sacrificios y penurias en tiempos tan difíciles y complicados como lo eran para los pobladores de esos humildes parajes, quienes día a día se jugaban el destino en el medio de aquella pampa.
Pasaron unos meses, y los enamorados fueron formalizando su propuesta; todo el vecindario sabía que querían casarse como Dios mandaba. Primero los dos jóvenes debían estar bautizados y confesados para que un sacerdote les diera el sacramento del matrimonio, entonces se anotaron con un padre jesuita que cada tres meses recorría el paraje para atender las necesidades religiosas, ofreciendo una santa misa que siempre celebrada al aire libre.

– Mañana viene el padre jesuita, estoy tan nerviosa, que no me puedo continer de legría.
– Gueno mujer, pero tenés que serenarte… mirá que el casarse es cosa seria, y si lo haces con un cura, más toavía. – dijo doña Zoraida.
– Doña Zoraida ¿Usted no está casada con cura?
– ¡Noooo!... nosotros somos juntao noma, y en secreto en la estancia de los Cabrera, pero el desgraciao del capataz cuando se enteró, nos echó porque no nos habíamos casao y tenía orden del señor Cabrera de no aceptar gente amancebada ni en concubinato, pero Rumendio me decía que me iba querer siempre sin casarnos, porque al casarnos pensaba que nos iban a contagiar gualicho de los indios y nos íbamos a morir.
– ¡Qué tiene que ver el gualicho con el casamiento!
– Y gueno mija, nada… mi hombre es así, porque una bruja india le dijo que no servía casarse por un cura y él se lo creiva. Pero es tan güeno el Rumendio, qui nunca me dejó faltar nada y siempre me cuida y me respeta.
– ¿Qué es eso que me dijo del cuncubinato?
– Y güeno, los jueces y los curas dicen que se está concubinao cuando no es casao, y pa los curas es pecao aunque uno se porte bien, y a los jueces y a los cura, no lis gusta las cuncubinadas.

La tarde estaba muy serena y apacible pero en un momento fue interrumpida por un griterío que venía del naciente que asustó a los pobladores. Todos se alborotaron.

– ¿Qué será eso? ¿Serán indios?
– ¡Noooo… son gritos de cristianos!
La gente se puso en alerta, palos, látigos y varas en punta de flechas se buscaban para armarse en defensa del lugar. Los perros se alborotaban, los niños corrían a refugiarse… pero aún el monte no dejaba ver el camino ni qué venía.
Pasado un momento fue apareciendo una tropa de carretas, y unos cincuenta hombres la rodeaban a los gritos. La mayoría estaban desnudos y parecían más salvajes que seres humanos. Los pobladores de San Bernardo se asustaron por aquellos hombres. Barbas, cabellos largos, cuerpos mugrientos, descalzos y con palos en las manos. Casi no hablaban, solamente gritaban sin entenderse lo que decían. Junto a ellos venían varias mujeres en las mismas condiciones, sucias, desnudas y con garrotes en señal de guerra. Se detuvieron en medio de la playa del paraje agitando los palos con energía y gritando. Rumendio con cautela salió a su encuentro y por detrás Anastasio. El hombre levantó la mano en señal de paz. Al acercarse se dio cuenta que la tropa de carretas era de don Humberto Ortiz, quien pasaba constantemente, por eso la conocía. Quiso hablar con ellos pero se le vinieron arriba para lincharlo. Rumendio dio un palo por la cabeza al primero en acercarse que lo destrozó y quedó tendido en el suelo, inmediatamente fue atacado pero Anastasio vino a su encuentro rápidamente, se trenzó en lucha defendiendo a Rumendio. Tres paisanos que aparecieron bien montados desde los corrales de palos en donde reunían haciendas atropellaron con sus potros a los atacantes y estos se sosegaron a pesar que los triplicaban en número. Rumendio increpó a otro invasor y lo golpeó fuerte con el palo hasta derribarlo, había más de cinco heridos en el suelo. Así era aquella lucha a todo o nada, vencer o morir.






Nuevamente con los caballos los jinetes atropellaron a los bandidos hasta que al final quedan derrotados. Los hombres de San Bernardo habían luchado con agallas y los invasores que quedaban terminaron malheridos en el lugar.
Cuando Rumendio se acercó a las carretas encontró a dos arrieros muertos y a don Humberto Ortiz muy herido recostado en el carro sobre un baño de sangre a quien auxiliaron rápidamente. Cinco de los bandidos quedaron prisioneros atados con cuerdas de pie y manos debajo de unos árboles, los restantes estaban muertos y muchos dispararon.

– ¡Vamos! Debemos ayudar rápidamente a este hombre.
– ¿Qué buscaban ustedes, ladrones del infierno? – preguntó Rumendio con aire de autoridad a un prisionero.
Solamente gritaba el hombre, parecia que de miedo a que lo mataran, pero no hablaba ni entendía lo que le preguntaban. Eran seres tan rudos como salvajes, vivían escondidos en especie de pequeñas tribus en las barrancas del río y de tanto en tanto acosaban a las tropas de carretas; ya los carreros que cruzaban aquellos caminos habían traído la noticia de estos clanes de bandidos que amenazaban, aunque no era muy común que lo hicieran; en general se calmaban cuando los carreros le entregaban mercaderías especialmente comidas y vinos. En este caso se habían sobrepasado; no se conformaron con lo que don Ortiz les dio – una media carga de un carro de los doce que conducía– entonces lo siguieron por leguas para que les diera más de lo que llevaba; y como no consiguieron doblegarlo, comenzaron a atacarlo con ferocidad, dando muerte a varios troperos. Y fue justamente en ese estado de acoso que llegaron a San Bernardo, armando tal alboroto.
Allá huían ahora los bandidos que quedaron indemnes del ataque.

– Estos son bárbaros y ladrones, viven como a doce leguas sobre las barrancas del río y los montes del Saladillo, dedicándose a asaltar constantemente. Viven de esa manera, y son conocidos como vagamundos – exclamó enojado Rumendio…


sábado, 12 de noviembre de 2016

Los Argentinos, ¿Somos frágiles de Memoria)

Siempre una República debe estar cimentada sobre su verdad histórica, no aceptar esta realidad es atentar contra su constitución. En el devenir histórico de nuestra Patria, en las últimas cinco décadas del siglo pasado sucedieron episodios vergonzosos que comprometen estos principios, por lo que hoy estamos pagando consecuencias muy lamentables, y no se lo desean recordar porque condenan el pensamiento de muchas ideas políticas que atentaron en otros tiempos contra la nación.
El eje principal de este problema es que fuimos una República golpista. El epicentro de los golpes se ubica con el derrocamiento del Presidente Irigoyen, en septiembre de 1930; aquél grupo de revolucionarios sentaron en el Sillón de Rivadavia al primer general que usurpó el poder, apoyado por innumerables grupos de ciudadanos de los distintos estamentos de la sociedad argentina, en los que se encontraban fervorosos grupos de estudiantes, destacados intelectuales, influyentes empresarios e instituciones y centenares de ciudadanos que se agolpaban en los portales de los cuarteles de Campo de Mayo pidiendo a gritos que saliera el ejército y echara al presidente de la nación, siendo esta una de las grandes vergüenzas de nuestra historia.

En aquel momento gran parte de la sociedad argentina se confabuló para pisotear la Constitución Nacional y quebrar sus instituciones dejando de herida de muerte a la república.
Por casi medio siglo de vida nacional “copiando el modelo original” se sucedieron los golpes de estado, hasta llegar al último de ellos, el 24 de marzo de 1976, en qué fue destituida la presidenta María Estela Martínez de Perón. El País quedó en manos de una junta militar con la participación de las Fuerzas Armadas, quiénes estuvieron en el poder hasta 1983, dejando resultados desastrosos para la nación.
Fue la época del “proceso de reorganización nacional”, al que muchos argentinos aplaudieron en silencio y en donde la junta militar decía que “el silencio era salud”; dónde el país se endeudó pasando de siete mil millones a cuarenta tres mil millones nuestra deuda externa, lo que fue verdaderamente escandalosa e inexplicable; surge también el grave problema del terrorismo de estado, de los desaparecidos, fueron los años que llevó adelante la injusta acción de levantar siete mil kilómetros de vías férreas provocando un atraso magistral dejando estaciones y localidades aisladas sin rutas o con rutas en pésimo estado.
También se destruyó injustamente la Industria Mecánica del Estado el IME, que fabricaba ocho mil vehículos por año y ocupaba tres mil empleados en forma directa. La guerra con Inglaterra por Malvinas, son algunos de los puntos nefastos de aquel proceso que la historia condena y debemos tener memoria y exigir justicia para que esto no se repita. Especialmente y lo que más duele como la persecución y desaparición de personas dado que se cometieron crímenes de lesa humanidad.
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También debemos tener memoria que en su inicio este proceso fue apoyado por millones de argentinos: intelectuales de Gran reconocimiento que almorzaban con el general presidente en la misma casa de gobierno y declaraban públicamente las bondades de la junta militar.
Pero antes de este panorama nefasto, también de la misma manera debemos tener memoria de otros episodios tristes y vergonzosos ocurrieron en el país en la década del 60 en adelante y pusieron en vilo a toda la sociedad argentina, sembrando caos y terror los grupos extremistas revolucionarios con armas en manos los que desplegaron acciones terroristas y no dudaron en secuestrar, matar, torturar y privar injustamente de libertad a centenares de personas, hay más de setecientas muerte registrada a causa del accionar terrorista en nuestra nación y también esas víctimas incluyen hasta niños, todos merecen memoria y Justicia.
El pueblo argentino no debe olvidar lo que desea desconocer después el plano político. Nuestra memoria y Justicia no debe ser parcial, debe ser equilibrada con la verdad y no se le debe mentir al pueblo especialmente a las nuevas generaciones quienes creen que los únicos malos fueron los militares y no se les menciona que los grupos terrorista también existieron y mataron, esto de ninguna manera justifica la escandaloso terrorismo de estado, tampoco justifica que se sostengan las verdades a medias, seguramente esta manera es hacer trampa con la memoria y atenta contra la verdad y la justicia que tanto se pregona pero que en definitiva no se respeta de modo integral.

Walter Bonetto
12-11-2016

viernes, 4 de noviembre de 2016

Feliz cumpleaños ciudad de Rio Cuarto

Dos siglos y tres décadas de vida y trayectoria desarrollando a la región y a su gente. “La Concepción”, como baluarte en la Frontera Sur en el medio de la pampa tratando de permanecer ante tanta inmensidad y letanía; tratando de ganar una posición en tiempos muy difíciles y desesperados en donde “La Frontera” era desafiada con gran hidalguía y valor para implantar la civilización. La Frontera era palabra de respeto y región de mucho peligro, pero también de gran esperanza, en donde se debatía la lucha constante de conquistadores, estancieros, pulperos, carreros, peones de campo, soldados, esclavos e indios, todos ellos luchando para ganar una posición en el medio de caminos que abruptamente se cortaban por el peligro de las invasiones y entonces los parajes morían junto a los sueños de sus pobladores. Cuando el camino se suspendía y no pasaban las tropas de carretas hacia Mendoza, los sueños entraban en agonía y el paraje se aislaba. La vida para aquella gente era impiadosa y el desierto tenía su gran severidad.
En ese marco nació nuestro pueblo y luchó con tenacidad para sostenerse en los tiempos pero ocurrieron épocas en donde el camino quedó suspendido. Así fue como el 6 de agosto de 1801 El Cabildo de la Villa de la Concepción gestionó ante la Gobernación de Córdoba y del Tucumán, que “se restablezca el tráfico de tropas de carretas, para que vuelvan a pasar por la Villa de La Concepción”, dado que se había modificado la ruta, y lo hacían tomando el camino por Santa Catalina distante a 12 leguas, lo cual perjudicaba el comercio y aislaba a la población. Esta situación se mantuvo durante cuatro años y el 17 de octubre de 1805 Se determina que el camino de Buenos Aires a Chile pase nuevamente por la Villa de La Concepción, el cual había sido suspendido por el acoso de los indios. La restitución del camino fue una gran fiesta para todos los pobladores que estaban en estado de gran angustia y decadencia, pero al final, al tiempo, el mal vuelve a aparecer, dado que se decide desviar nuevamente la ruta quedando aislada La Concepción y La Carlota por las constantes amenazas y ataques que las tropas de carretas y arreos sufrían por ese camino. La lucha constante de los habitantes de Río Cuarto y otras poblaciones y parajes aledaños era básicamente peticionar con insistencias ante las autoridades para mantener el camino y defenderse del río, que ante las crecientes se escapaba de su curso e inundaba el pueblo.
Hoy el sacrificio de ayer dio sus enormes frutos, nuestra ciudad está consolidada como un importante centro comercial agrícola ganadero de mucha importancia en el sur de la provincia. El esfuerzo de sus hombres y mujeres logró resultados extraordinarios. 230 años de vida no es poca cosa y si tomamos el episodio del descubrimiento del río por Lorenzo Suarez de Figurea, encontramos que hay 213 años que preceden a la fundación del Pueblo de La Concepción por el Marqués de Sobremonte.
Por lo tanto nuestra historia es larga y algunos historiadores manifiestan que desde el año 1600 se considera como la época de “la primera población de Río Cuarto formada por los españoles”. En este tiempo ya había tránsito de personas en carretas y caballos, lo que fue dando lugar a formar en la falda de las sierras de este departamento “estaciones” con algunos pobladores semi estables que asistían el camino de las tropas. Estas “paradas” se crearon al ir abriendo y consolidando aquellas rutas, en donde se detenían las caravanas en ambiente de hospitalidad, que eran: San Bartolomé, Tegua, Santa Bárbara, Tapa, Achiras, La Esquina, La Concepción, (Río Cuarto), San Bernardo, Punta del Sauce, Jesús María, entre otras. Todos ellos se fueron constituyendo en “parajes” que estaban unidos por un camino que en muchos casos, orillando la sierra y costeando el Cerro del Morro comunicaba a Córdoba con Cuyo y Tucumán; fue éste el primer camino. También existió otro llamado “Camino de Chile” que partiendo de Buenos Aires, cruzaba el territorio de La Pampa, penetraba en la región de Río Cuarto y empalmaba en el lugar denominado “La Esquina” a 15 kms. al noreste de la actual ciudad para unirse al anterior camino de Córdoba a Chile. Por lo tanto fue así como los caminos fueron vitales para nuestro progreso.
Hoy nos damos cuenta que nos hemos sostenido en el tiempo y cumplimos un nuevo aniversario como ciudad pujante y progresista. Río Cuarto con su gente cálida, trabajadora y solidaria ha sido un ejemplo en la historia por su perseverancia para vencer tremendas dificultades como: grandes invasiones, epidemias, guerras civiles y accidentes, que siempre conmocionaron a su gente, pero el sostén férreo de sus ideales vinculados a los grandes objetivos de permanecer y trabajar en el centro del país para una Argentina de grandeza, siempre se ha mantenido y convertido en un gran ejemplo que debe enorgullecer a cada ciudadano. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS RIO CUARTO QUERIDO!

Walter Bonetto
4-11 de 2016


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Ambrosio Olmos

Un apellido muy conocido pero con una trayectoria y una vida para muchos algo ignorada, por cierto que no para todos, dado que fueron unos cuantos los relatores de la historia y escritores que se ocuparon de este hombre, pero vale rememorar en algo su importante obra la cual goza de cierta singularidad y esplendor que merece ser puesta en consideración.
Ambrosio Olmos fue un destacado comerciante formado desde su juventud en una casa mayorista de la ciudad de Córdoba donde su patrón lo admiraba y apreciaba por su distinguida habilidad para el trabajo y las cuentas.
Fue aquel negocio en gran medida su escuela. Él había llegado de la localidad de Dolores, llevado y recomendado por un carrero distribuidor que era amigo de la familia, a la casa de ramos generales de José María Méndez, en la ciudad de Córdoba, sin otras pretensiones que la des ser “un peoncito” y poder trabajar en ese comercio.
En ese lugar aprendió con mucha habilidad y entusiasmo el manejo y organización de la actividad comercial y el conocimiento de las mercaderías; además se caracterizaba por ser un joven muy trabajador , obediente, educado y de especial simpatía, pero también en sus tiempos de óseo se vinculaba en actividades juveniles que se esparcían por la ciudad, y así fue como se hizo de varios amigos que lo sumaron al Movimiento de los Cordobeses Liberales y Rebeldes, afectos a las ideas de Bartolomé Mitre, los que estaban en contra de la Confederación Argentina. Al final esos jóvenes terminaron sublevándose en contra del gobierno provincial que era partidario de la Confederación.
Ante esta situación la policía tomó cartas en el asunto y Ambrosio quedó detenido junto a varios de sus compañeros acusados de promover disturbios políticos. Enterado su patrón, que era muy cercano al mismo Gobernador, pero que también mucho estimaba a Ambrosio, se disgustó de sobremanera con lo ocurrido a su empleado, aunque no lo dejó en el calabozo, pagó una fianza para su liberación y con dolor lo despidió del trabajo que el joven tanto quería y que aquel patrón también apreciaba su labor.
Parece que el señor Méndez, si bien lo despidió, no dudó en ayudarlo y le ofreció apoyo para que llevara mercadería a la región aledaña a la ciudad y que la vendiera por su cuenta con la promesa de seguir reponiéndole lo vendido al ser rendido, dejándole un interesante margen de ganancia, iniciando así una actividad comercial por su propia responsabilidad.
Por esos tiempos Ambrosio tenía 21 años y partió con un carro lleno de mercadería tirado por dos caballos pero no fue a sectores cercanos de la ciudad, se fue hacia la inmensa y peligrosa Frontera del Sur, lugar este que él conocía, teniendo la idea de instalarse en Achiras, lo que pudo concretar.
Paso un tiempo y el joven Olmos se fue relacionando con importantes estancieros, autoridades militares, alcaldes, dueños de tropas de carretas que venían de Buenos Aires y hasta con caciques indios de tribus cercanas a quienes también les canjeaba mercaderías. Todo esto fue un vínculo muy importante que le permitió consolidar y extender su actividad comercial y distribuir sus ventas a lugares distantes apoyado por un innumerable grupo de carreros que contrataba conocido como “Los carreros de Olmos”. En Achiras en el año 1861 colocó un negocio de barraca y frutos del país, del cual en sucesivos años y aprovechando los buenos resultados de su actividad lleva el negocio a la ciudad de Río Cuarto, instalándose con una destacada casa de Ramos Generales que llega a ser la más importante de la región.
La actividad comercial de Ambrosio fue en constante crecimiento, motivada esta por a su gran visión y excelente administración que le permite amasar una fortuna y comienza a invertir sus ganancias en la compra de tierras las que por aquellos tiempos eran muy baratas. No dejaba de traer y acopiar mercaderías que las vendía como pan caliente en la ciudad y la región ganándole un importante margen que luego lo sabría invertir en bienes inmuebles. Su capital fue creciendo a pasos agigantados y sus estancias propias también, transformándose por su fortuna en un importante terrateniente y hombre gran influencia.
Reclino también su actividad hacia la política llegando ser en dos oportunidades Jefe Comunal de la Villa de la Concepción de Río Cuarto y apoyado por Julio Argentino Roca llega ser Gobernador de la provincia en el año 1886. El vínculo con Roca, si bien era de larga data, se afianzo cuando Olmos contribuyó en financiar una parte de la primera campaña presidencial.
Entre las obras que realiza como gobernador inició el proyecto de derrumbe, nivelación y urbanización de las barrancas que ahogaban a la ciudad de Córdoba, esto permitió que se construyera al Parque Sarmiento y la Nueva Córdoba; también construyó la Plaza Colón; inició el ferrocarril desde Córdoba, que pasando por Río Cuarto llegó hasta los límites con Santa Fe; edificó una cárcel penitenciaria y el teatro oficial (actual San Martín); el museo politécnico; el hipódromo (actual Jockey Club). Ambrosio Olmos como Gobernador provincial representó al partido Autonomista Nacional, realizó muchas obras interesantes vinculadas a la creación de colonias agrícolas y la irrigación en zonas rurales. Trabajó para incentivar la actividad agropecuaria, la industria y a la ganadería y suprimió una significativa cantidad de impuestos, esto fue causa de ganarse innumerable enemigos, enfrentándose con Marcos Juárez y su hermano Juárez Celman (presidente de la república) los cuales terminaron pidiéndole Juicio Político que Olmos lo pierde y es removido en el año 1888 como Gobernador de Córdoba.
Dolido se instala en Buenos Aires, pero mantenía una fortuna inmensa como terrateniente y dueño de comercios importantes lo que todo lo había logrado antes de ser gobernador. Luego de instalarse en Buenos Aires viaja a Europa y allá conoce a una argentina quien luego sería su esposa, doña Adelia María Arilaos, la que era considerablemente más joven que él.
Ambrosio Olmos fallece en Buenos Aires el 30 de abril de 1906 cuando contaba con 66 años,. Su esposa con quien comparte solamente cuatro años de matrimonio, por su muerte, luego al enviudar honró la memoria de su amado esposo y se convierte en prolija administradora de la inmensa fortuna y gran benefactora de la nación, lo que fue un verdadero ejemplo de solidaridad porque toda aquella fortuna fue convertida en hospitales, escuelas, iglesias, clubes, instituciones de bien común y obras de caridad que existen en su gran mayoría al día de hoy.
Walter Bonetto
1º de Noviembre de 2016








martes, 13 de septiembre de 2016

La muerte de Facundo Quiroga tuvo consecuencias en la Villa de la Concepción

Los periodos de anarquía fueron tremendos para lo que es ahora la República Argentina. La unión de este pueblo sufrió considerables debacles producto de su falta de organización por los intereses regionales, aun los sigue sufriendo. La lucha entre Unitarios y Federales fue la gran disputa social y política que se produce con enormes consecuencias originadas en gran medida por el manejo del puerto y la aduana, lo cual daba y sigue dando siempre una posición prominente para Buenos Aires en desmedro de las provincias del interior. Fue una situación que trajo conflictos prolongados y hasta guerras que se enmarcan dentro del periodo de “guerra civil de Argentina”
Facundo Quiroga fue un destacado caudillo riojano que había logrado reconocimiento y fama en su tierra natal. A partir de 1820 intervino en los conflictos surgidos entre unitarios y federales. Su intervención fue vital para el afianzamiento del federalismo en las provincias del interior argentino, desde Tucumán hasta San Juan.
Hijo de un militar y hacendado de la provincia de la Rioja, él mismo también fue militar, participó de guerras, integró la política, destacándose como caudillo de mucha influencia y peso nacional, quien contaba con la idea de que el país debía tener un gobierno federal, para lo cual, posterior a la declaración de la independencia, luchó y se comprometió en muchas batallas entre los caudillos de distintas provincias. Pasado algunos años, le insistió profundamente a Juan Manuel de Rosas la idea de hacer un gran gobierno federal, pero el restaurador le respondía que aún era prematuro, porque las provincias no habían madurado lo suficiente para integrarse.
Su accionar era decisivo e intrépido y contaba con un coraje y valor que lo ponía de manifiesto en cada acción en que intervenía. Durante los inicios del gobierno nacional, obtuvo en su provincia la concesión para explotar minas de cobre y de plata y estaba autorizado en acuñar monedas, actividad que al principio le dio buenos réditos económicos, pero luego sucumbió cuando el Ministro Bernardino Rivadavia, entregó, posterior a una licitación, esas minas que se les adjudicaron a empresarios ingleses.
Desde ese momento entra en rebeldía y decide luchar en contra de los unitarios que despojaban a la nación porque no estaba organizada políticamente y los porteños decidían por recursos y patrimonios, que según Facundo Quiroga, no les correspondían y así menoscababan a los pueblos del interior.
En 1829, se produjo la toma de la provincia de Córdoba por parte el general unitario José María Paz, Quiroga invade esa provincia, pero al final es vencido en la Batalla de La Tablada y también, tiempo después, fue vencido en la Batalla de Oncativo o Laguna Larga, comprobó que ya nada podía hacer. Luego de sucesivos intentos de rearmar sus tropas, objetivo que no lo logró, no tuvo otra alternativa que de manera inmediata emprender la huida donde sufrió una significativa persecución y una vez reducida la misma, Quiroga, trató nuevamente de reunir sus tropas pero resultó ser una acción inútil dado que su infantería, artillería y carretas se encontraban prisioneras por la infantería y reserva del General Paz.
Para seguir la persecución, Paz, envió al Comandante Juan Gualberto Echeverría quien se dirigió con sus tropas, tratando de capturar a Quiroga, pero no logró resultados y el caudillo derrotado en Córdoba logra ampararse en la provincia de Buenos Aires. Con la protección de Rosas se refugia en esa provincia, lugar donde organiza un nuevo componente militar con delincuentes extraídos de las cárceles que les facilita Rosas, y así forma el “Ejército Auxiliar de los Andes”, con el cual en 1831 pone sitio a la Villa de la Concepción de Río Cuarto, cuando estaba de paso con sus tropas hacia Mendoza. Ya dos años antes, el 24 de mayo de 1829 existió un éxodo forzoso de los pobladores de Río Cuarto, quienes arrasaban sus tierras y llevaban todas sus haciendas hacia el norte, ante el avance de Facundo Quiroga, el que amenaza con invadir a la Villa de la Concepción como reducto unitario, pero al final, éste desde Barranquita se desvía tomando otro rumbo. Por lo tanto Quiroga nunca había mirado con simpatía a esta Villa por su carácter de haber estado “gobernada por unitarios”. Ahora en aquel sitio que estableció en 1831, venció y tomó la plaza provocando saqueos y violaciones, al final llevó a 413 prisioneros hacia San Luis y Mendoza, muchos de ellos encadenados y terminó injustamente fusilando a una fracción de los mismos que habían defendido a la Villa de Rio Cuarto, los que son conocidos como “los mártires riocuartenses”
Cuatro años después, y por esas cosas del destino, al regreso de una mediación que había realizado entre las provincias de Salta y Tucumán, por diferencias políticas y cumpliendo con lo que le había solicitado el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Facundo Quiroga, el caudillo federal, fue interceptado mientras viajaba de regreso en su diligencia y cruelmente asesinado junto a todos sus acompañantes en Barranca Yaco, un lugar de la provincia de Córdoba.
Luego de aquel asesinato Juan Manuel de Rosas movía cielo y tierra para encontrar a los responsables. El 27 de agosto de 1835, escapaban con la ayuda de varios amigos que lo cubrían, de la Villa de la Concepción del Río Cuarto rumbo al exilio, el Coronel Francisco Reinafé, que era sospechado por el asesinato de Facundo Quiroga en Barranca Yaco. Reinafé, días antes había “rendido piadosos honores” a Quiroga junto con sus amigos de La Concepción, pero a la vez había festejado su muerte.
Juan Manuel de Rosas, enterado de lo sucedido, veía a los riocuartenses como encubridores por lo que “comisionó al Teniente Coronel Manuel López y mandó arrestar a los comandantes de la Villa de la Concepción, Moreyra y Celman, al Juez de Alzada Martín Quenón, al Alcalde Pedro Bargas, al cura Valentín Tissera, al Capellan Fray Argañaraz y a unos cuantos más. Todos fueron debidamente engrillados y remitidos a Córdoba”. Al final esta gente luego de prestar rigurosas declaraciones quedó liberada y volvió a la Villa sabiéndose que Santos Pérez y los hermanos Reinafé fueron los responsables del crimen. Junto a Pérez fueron detenidos dos hermanos Reinafe porque el tercero estaba prófugo, terminaron colgados dos años más tarde en la Plaza de la Victoria en Buenos Aires. El capitán Santos Pérez sobre el patíbulo mencionó antes de ser ahorcado que el que había mandado a matar a Quiroga fue Juan Manuel de Rosas.



Walter Bonetto
13 de septiembre de 2016


viernes, 2 de septiembre de 2016

ENTRE LA VIDA Y EL MUNDO

Dos amigos hablaban muy reflexivamente. Uno de ellos muy rico y adinerado y el otro muy austero y humilde.
— ¡Jorge!Ya no sos más como antes, la posición te ha cambiado. El dinero te he cambiado.

— Lo que pasa, Luis. Es que tengo tantas cosas que atender que el tiempo no me alcanza.
— Seguro, los más humildes, los trabajadores, los que tenemos que ganarnos el pan día a día “el tiempo nos sobra”
— El tránsito de la vida es agitado, muy agitado. ¿Cómo detenerse por unos instantes para reflexionar y continuar después?
-No no se puede, hay que apurarse, la vida pasa cuando menos te descuidas y tú tienes que vivirla. –contestó Jorge-
— ¡Vivirla! ¿Y qué es vivirla?
— Vivirla es disfrutarla. Sentir la vida con todas sus emociones, entonces tienes que andar actualizado con el latir del mundo, con el compás de la moda y de las nuevas ondas. No puedes quedarte. El que se queda pierde.
— ¿Pierde? ¿Qué pierde?
— Y pierde el disfrutar… pierde tantas cosas.
— ¿Vos, Jorge, comprendes el latir del mundo, o lo ignoras?
— No, no lo ignoro. Como crees que pueda ignorar vivir una noche en Paris con todos sus espectáculos y atracciones. Como voy a ignorar un famoso crucero por el Mediterráneo en un lujoso trasatlántico con un lujoso casino en su interior. O un vuelo en un yumbo de lujo sobre Egipto, o una recepción en un hotel de cinco estrellas en la ciudad de Las Vegas para luego concurrir a sus famosas salas de juegos y espectáculos y tantas cosas maravillosas del mundo que han sido hechas por el hombre y para el hombre. Lo que ocurre que el mundo corre ligero y si no me apuro nada logro, quiero vivirlo, explorarlo y disfrutarlo antes que se me pase la vida.
— Pero el mundo tiene otras dimensiones, otras formas. Como tú vas tan ligero no la descubres, no las encuentras. Es una lástima. El mundo no es tan mundo cuando no se descubren otras realidades de la vida, quizás más simples, más elementales, pero más importantes. No hace falta poder ir al casino de Las Vegas para ser feliz en este mundo. No hace falta andar tan deprisa ni gastar tanto dinero para encontrar la belleza de cada día.
— ¿Y cómo es entonces el mundo?
— Mira, el mundo no es cuadrado. Es redondo y gira. El mundo cuando tiene vida es inquieto pero no esta apurado. El apurado eres vos. Diría mejor: el desesperado eres vos, que quieres dominar al mundo sin saber que el mundo te domina a tí desde antes que nacieras y te dominará hasta tu muerte.
— ¿Y qué me aconsejas?
— Que te calmes, que reflexiones, que no te apures, que seas prudente, que ames a la naturaleza del mundo porque ahí pasa tu vida, tus sueños y tus esperanzas. Que seas austero, humilde y servicial, que no te acomplejes ni te desesperes ante los dolores que suelen ser muchos y que los soportes con hidalguía. Que pienses realmente que no es quien llega primero el que gana la carrera de la vida, porque la vida no tiene carrera. La vida tiene tristezas y alegrías, tiene encantos y desdichas, tiene dolores y sacrificios; tiene ilusiones y esperanzas. En definitiva la vida es un compendio de sensaciones y no un cúmulo de placeres. La vida pasa por la sensibilidad que demuestre el hombre en descubrir sus encantos que no están en una noche de placer de un hotel cinco estrellas sino que permanecen en saber descubrir una puesta de sol o en saber escuchar el silencio en medio de la soledad, o en disfrutar la belleza de una flor y el canto de un pájaro.
La vida tiene sensaciones y encantos que muchas veces el mundo niega. “El mundo” como tu lo entiendes tiene banalidades. La vida es otra cosa: La vida tiene encantadores silencios, el mundo tiene terribles barullos. El mundo tiene materia, la vida tiene espíritu. La vida permite descubrir al mundo más allá de su descubrimiento. La condición es no andar corriendo. Siempre la vida descubre algo del mundo, mientras que el mundo condena en muchos casos a la vida. La condición es caminar lentamente y sin apuros más allá que el mundo te pida que corras cada vez más ligero. La vida tiene inteligencia. El mundo tiene voluntades y muchas veces las voluntades del mundo no responden a la inteligencia de la vida. La vida tiene prudencia, el mundo tiene apuros. La vida tiene pureza el mundo se contamina. La vida tiene esperanzas, el mundo tiene condenas. La vida tiene sentimientos, el mundo tiene cadenas. En definitiva quien camina despacio disfruta de la vida. Quien anda ligero acompaña al mundo.
Walter Bonetto

jueves, 25 de agosto de 2016

EL AGUA POTABLE EN RIO CUARTO (ParteII)

Luego de la obra del ingeniero Dinkeldein y su cese como empresario del agua en la ciudad, la municipalidad a partir de 1908 terminó administrando la empresa y los resultados no fueron los esperados.

Por esta grave situación se iniciaron gestiones ante el gobierno nacional pidiendo que este se hiciera cargo de una nueva obra de agua para una población de cuarenta mil habitantes. Estas gestiones fueron difíciles e insistentes pero al final resultaron exitosas. En el año 1924 el Congreso de la Nación promulgaba la ley Nº3557 en donde se determinaba el presupuesto para hacer una importante obra de agua que requería la ciudad de la cual abarcaba también la instalación de desagües cloacales. Sobre estas obras se efectuó una licitación y quedaron adjudicadas las mismas a la empresa Parodi y Fighini, las cuales se comenzaron en marzo de 1928 y se debía construir: una Galería Filtrante, un Depósito de Reserva y un Depósito de Distribución, el acueducto y las conexiones domiciliarias para establecer la red la cual se calculó que no trabajaría por bombeo sino que por gravedad.

Obras Sanitaria de la Nación puso manos a la obra de manera inmediata y realizó sobre el camino de Tres Acequias de manera paralela al río, el “Establecimiento de Toma”, construyendo una galería filtrante de 199 m de longitud, 0,80 m de ancho y 1,80m de alto, la cual capta el agua necesaria para el sistema con una excelente calidad, obrando la arena como principal y único elemento de filtración. El agua captada por esta galería, es enviada por gravedad través de un acueducto tubular de 14 km de extensión construido con tubos de cemento centrifugado de 0’60 m de diámetro ensamblados entre sí, los que fueron fabricados por la misma empresa contratista en el mismo lugar en que se construía el tanque de reserva que obraría como depósito, el que se ubica a unas cinco cuadras al sur de la Ruta Provincial 30 a la altura del Km 5 camino a Achiras, que cuenta con una capacidad para almacenar diez millones de litros.

Este depósito posee 51 metros de diámetro y una altura de 6 metros, fue totalmente construido en hormigón armado y sostenido por 148 columnas de cemento que lo soportan, también construidas en el lugar. Todo este depósito está semienterrado y rodeado con un terraplén que cubre su techo para mantener protegida a esta instalación. Desde el Deposito de Reserva el agua pasa al Tanque de Distribución que se encuentra ubicado en la avenida San Martin, el cual posee 32 m de diámetro que le da una capacidad de almacenar tres millones de litros de agua y está sostenido por un grupo de 60 columnas a 14 metros de altura; la salida del agua se realiza mediante una tubería de 0.50 m de diámetro construida en hierro fundido que alimenta a toda la red de distribución.

Es necesario advertir que toda el agua que ingresa al mismo viene del Tanque de Reserva y pese a la altura en que observamos al mismo llega por gravedad, o sea que no es bombeada, lo que habla de la impecable obra de ingeniería. La red, desde el momento de su inauguración en el año 1931, está formada por caños de hierro fundido, los que salen desde el tanque de distribución y se extienden por algo más de ochenta mil metros para la distribución en la ciudad.

Paralelamente a esta importante obra, la misma empresa realiza también la obra de desagües cloacales e instala la llamada “1ª cloaca máxima” efectuada con cañería de hormigón armado centrifugado de 80 centímetros de diámetro y posee más de 8 km de extensión llegando al Establecimiento de Depuración, que se encuentra lindante al río al sudeste de la ciudad, todo el material se reúne bajando el mismo por gravedad. Este establecimiento tiene el propósito de tratar los efluentes cloacales separando los elementos solidos de los líquidos y tratar a los mismos separándolos de todas sus bacterias, para luego verter al río en condiciones no contaminantes al agua residual sin que la misma alterare el medioambiente. La labor que realizó Obras Sanitaria de la Nación en la ciudad de Rio Cuarto vinculadas al agua corriente y las cloacas quedaron en total funcionamiento a partir del año 1931.

Estas importantes obras fueron realmente asombrosas e impecables, tanto desde el punto de vista técnico como funcional, dado que todo el sistema operaba a la perfección y no contaminaba al río; tampoco usaba energía para el bombeo. Era un verdadero modelo de ingeniería para una población de hasta cincuenta mil habitantes. Esta población fue creciendo y la capacidad de estos servicios quedaron limitados, las sucesivas gestiones municipales no tomaron el tema con la seriedad correspondiente y la insuficiencia de los servicios en la actualidad ponen en riesgo el aprovisionamiento de agua potable para la ciudad, especialmente en épocas del verano, mientras que el sistema cloacal está colapsado y no recibe tratamiento. Con el agua, para paliar la situación de falta de la misma, se realizan perforaciones auxiliares en distintos puntos de la ciudad para complementar la decaída captación del río, mientras que la planta cloacal recibió años atrás una especie de reciclado pero no cubre en absoluto las necesidades de la ciudad y nos encontramos con un potencial riesgo que las autoridades no pueden seguir descuidando. Como referencia histórica vale destacar que Obras Sanitaria de la Nación administró estos servicios hasta el año 1980, luego los mismos fueron transferidos a la provincia y administrados como EPOS, la que se hizo cargo de los mismos hasta 1992 que los toma la municipalidad, pero en general los resultados de las últimas décadas fueron decadentes.

Recientemente La Comisión Amigos de Rio Cuarto, trabajó con mucho empeño peticionando por este problema ante las autoridades municipales y provinciales, exponiendo esta situación ante el Concejo Deliberante al pedir la Banca del Ciudadano, y realizó una contundente campaña de reunión de firmas, juntando más de diez mil firmas que fueron presentadas a las autoridades correspondientes para activar la construcción de una planta depuradora y regular la extracción indiscriminada de arena sobre el río Cuarto en los sectores aledaños a la ciudad. En base a este reclamo general y la preocupación de los ciudadanos las autoridades comenzaron a preocuparse para encontrar una solución a tan acuciante tema y todo esperamos que las obras se realicen para mejorar nuestra calidad de vida y no seguir dañando al medio ambiente.

domingo, 14 de agosto de 2016

Río Cuarto, una ciudad con un potencial comprometido

Río Cuarto, una ciudad con un potencial comprometido Se dijo que Río Cuarto es una “Ciudad de Encuentro”, podemos entender que debería ser una ciudad de futuro y esperanza, pero también desde otras aristas se la puede observar muy comprometida y negativa, próxima a una crisis de gran magnitud provocada posiblemente por distintas áreas que se tornaron sensibles y desprotegidas o por lo menos no cuidadas como corresponde, pero parece que los gobernantes no las advierten, ni advirtieron estos peligros que nos amenazan porque poco se ha hecho, entonces se avizora un futuro comprometido y riesgoso con el correr del tiempo excepto que se aplique una estrategia adecuada que genere soluciones aceptables. Por lo tanto el desarrollo está condicionado por factores de planeamientos ausentes en las décadas pasadas, y de momentos se observa que vivimos en una ciudad que no fue pensada a futuro en la magnitud que corresponde. Muchos de esos factores ausentes ya afectan en la actualidad y limitan el desarrollo social, no asegurando en muchos casos condiciones de vida básica y de adecuada calidad que merecen sus habitantes. Nuestros gobernantes en los últimas décadas trabajaron para la ciudad, pero en general, consiente o inconscientemente, se privaron de planear un desarrollo a futuro que permitiera desahogar este núcleo urbano de problemas tan acuciantes que nos comprometen y nos aquejan en la actualidad, por lo tanto nuestra ciudad en general no fue pensada hacia el futuro y cada día que pasa nos encontramos más encerrados por el problema del desarrollo que tiende en agravarse. Así vemos como ahora nuestra ciudad tiene dificultades de abastecimiento de agua potable que no los tendría que tener si se hubiera planificado con responsabilidad en décadas pasadas, El tema del agua por su limitación y captación de la misma desde su fuente natural que es el río se tornó insuficiente y constantemente deben efectuar perforaciones para su extracción adicional en distintos puntos de la ciudad. Enormes son los problemas en materia de cloacas, dado que se encuentra totalmente saturada su red principal sin actualización de la misma y se procede irresponsablemente desde hace años a dañar el medio ambiente, lo que es una grave falencia, además contamina a localidades vecinas porque vierte todos los desechos cloacales sin tratamiento a la cuenca hídrica. En materia de educación las ciudad esta significativamente limitada, dado que cada inicio de clase es muy difícil encontrar un banco para un nuevo alumno, especialmente en el nivel secundario y también primario ya sea en establecimientos públicos como privados, lo que hace deambular a padres y alumnos para solucionar un problema básico y elemental de educación y dar posibilidades que se inicien los ciclos sin que quede nadie afuera, pero se torna una situación fatídica por la falta de bancos para los nuevos alumnos. En materia de salud la ciudad está muy limitada, el nuevo hospital está funcionando dentro de un encierro urbanístico de muy difícil acceso en caso de alguna conmoción importante; además en la actualidad suele ocurrir que resulta insuficiente para atender las necesidades locales y regionales, sumado a esto posee problemas de mantenimiento que dificultan su funcionamiento y ha presentado problemas de falta de algunos insumos básicos lo que todo esto tenderá en agravarse para los próximos años. Tampoco los dispensarios de barrios están preparados para dar una asistencia general de urgencia durante las 24 horas, ni poseen muchos de ellos el equipamiento básico. Otros de los problemas vitales que acosan a la ciudad es el tránsito; ocurrido en gran medida por el crecimiento del parque automotor lo que resultó considerable en los últimos años tanto en automóviles, camionetas y motocicletas, que provocan constante congestión en el microcentro y un desorden casi permanente, también por la falta de respeto a las normas. Otros de los aspectos preocupantes y que tienden a agravarse, es el aumento de la inseguridad que se puso de manifiesto por el incremento de robos domiciliarios, a locales comerciales, el asalto y arrebato a personas en la vía pública, hechos que con anterioridad no ocurrían con frecuencia o eran muy aislados hoy en día están en total incremento ya cada vez hay más miedo en la sociedad. A todo esto se le suma el gran flagelo de la droga, la cual ha crecido, sigue creciendo y destruye a centenares de jóvenes y familias enteras, problema este que se complementa con la delincuencia en la mayoría de los casos y va achatando a la sociedad rompiendo todos los esquemas de vida digna y quitando el futuro de las nuevas generaciones. Por lo tanto debemos entender que no alcanza conque nuestros gobernantes anuncien obras, ellos tienen que contribuir en formar a la sociedad, desarrollar y tomar acciones en “programas estratégicos” pensando en “la ciudad del futuro” sabiendo que si no se piensa en la misma, al lado está el profundo precipicio de la decadencia, al que no debemos caer. Ya hemos caído al precipicio del agua y las cloacas; podemos caer al precipicio de la educación y la seguridad, por lo tanto Río Cuarto debe ser una ciudad más pensada con análisis de planeamiento profundo y con objetivos permanentes consensuados adecuadamente con todas las fuerzas políticas para trazar de este modo objetivos de gobierno permanentes y sustentables que apunten al bien común de los ciudadanos, los cuales ahora en gran medida está ausente. Walter Bonetto 14 de agosto de 2016

domingo, 7 de agosto de 2016

Acontecimientos Lamentables

Hebe de Bonafini, desde la ciudad de Mar del Plata, y junto a varios militantes que la acompañaban desde la Capital Federal dio un mensaje lamentable y distorsivo para la república, porque incitó a los ciudadanos al desacato nacional para que salieran a tomar las calles y espacios públicos. Verdaderamente una vergüenza y un bochorno que hace sentir incomodo a gran parte del país., tanto es así que manifestó desde Mar del Plata “…hay que salir a la calle” incitando así al reclamo violento y a la desobediencia generalizada, y trazó como objetivo reformar la constitución. Sus discursos escandalosos llevan la verborragia de gobernantes dictatoriales e increíblemente tiene gente que la acompaña y aplaude su desobediencia y su desacato… “está todo bien porque lo dijo Hebe” No se halla una explicación racionalmente entendible ante una conducta tan desubicada, irrespetuosa y escandalosa, entendiendo que solamente con su accionar busca victimizarse para ubicarse en el primer plano de las noticias y sentirse vigente e intentar disimular las graves causas de corrupción de la que es acusada públicamente e indicando constantemente: “ yo hago lo que quiero y digo lo que quiero”. Cuánta arrogancia, soberbia y falta de humildad. Esta señora junto a todos los que aprueban su accionar, están equivocados, porque ha cometido, o a permito que se cometan ante el programa de “Sueños Compartidos” situaciones muy anormales con el manejo de los fondos asignados, en donde según esas acusaciones, indican que se estafaron a una gran cantidad de personas y al mismo estado nacional por el programa de construcción de viviendas, muchas de las cuales no se terminaron y otras no se realizaron, pese haberse cobrado las mismas. Nada se acusa a Hebe de Bonafini sobre su labor por los derechos humanos, en donde con el inmenso dolor que como madre sufrió por la pérdida de sus hijos en manos del terrorismo de estado, ganó su reconocido merito por gran parte de la sociedad argentina y también en gran medida en el orden internacional, pero todo esto no le da ningún derecho a no respetar a la justicia y pensar que las leyes a ella no la alcanzan sintiéndose dueña absoluta de manejarse con total impunidad. Esto es una situación lamentable porque la señora Bonafini “no declaró” ante el Juez que la convocó y manifiesta públicamente su rebeldía indicando “que no va a declarar, ni concurrirá al despacho del Juez”; por lo tanto ella lo único que se adviene de hacer es recibir al magistrado en la Casa de Las Madres y aparentemente el Juez acepta esta propuesta, la cual se convierte en intransigente y vergonzosa, además de convertirse, si se concreta, en un pésimo ejemplo y horrible precedente, quedando claro para la sociedad que esta persona no es igual ante la ley y hace lo que quiere. Es una incorrección absoluta que la justicia acepte estas condiciones que trata de imponer la acusada. Vergüenza también se siente al ver como un grupo de ex funcionarios impresentables, responsables directos de la situación caótica de nuestra nación, apoyan a la señora en su rebeldía, dejando claro su accionar y demuestran verdaderamente lo que son estos hombres, que apoyan a la delincuencia y al no respeto a la justicia ni a las leyes, luego son los mismos que hablan de democracia. El colmo de ser caraduras e inmorales. No se debe apoyar la desobediencia, todo el mundo debe dar cuenta de sus actos ante la justicia y si esto no se cumple el país se desarma ¿Hay miles de argentinos que buscaran eso? En el medio de todo este caos y ante tanta expectativa la ex presidenta Cristina Fernández la llama por teléfono a Hebe, y comenta la misma: “Cristina me llamó varias veces, ella se preocupaba por mi vida, tenía mucho miedo de que me llevaran y me pasara algo, que me descompusiera, me muriera. Me decía cuídate, cuídate”. Lástima que la ex presidente no la llamó cuando cometía malversaciones con la plata de todos los argentinos, parece que en este caso era “muy valiente y no sentía miedo”. (Cuánta hipocresía existe en los ex funcionarios). Ahora parece que todos los atropellos que le hacemos a los ciudadanos están bien, robamos mientras somos gobierno, total si nos acusan, como ahora, mencionamos que somos “perseguidos políticos” y una interesante cantidad de ex funcionarios y parte incauta de la sociedad apoyaran incondicionalmente nuestros actos tramposos sin importarle un comino la republica ni el porvenir de la patria ni la honestidad de millones de argentinos. Realmente ver esto da mucha pena y es increíble sentir el nivel de tanta bajeza y desorganización en la que hemos caído. Con este estado de cosas la organización de la república está con un riesgo de degradación en crecimiento; personas inadaptadas son desobedientes de las normas, y muchas de ellas son corruptas, las que pretenden parapetarse con total atropello sobre los demás ciudadanos y hacer creer al resto de la sociedad que lo que hacen está bien. Pero verdaderamente no está bien, porque están acusados de haber cometido actos delictivos y por eso es que deben presentarse ante la justicia todas las veces que esta lo requiera para aclarar los mismos. Eso es su deber de ciudadano y la justicia argentina se debe poner de pie, obrar con ecuanimidad y con firmeza para consolidar la seriedad de nuestra nación y no permitir que personajes prepotentes quieran imponer derechos que nunca les ha correspondido. Walter Bonetto 7 de julio de 2016 http://walterbonettoescritor.blogspot.com walterbonettoescritor@gmail.com Twiter: @walterbonetto Página de Facebook de Walter Bonetto

lunes, 1 de agosto de 2016

EL ELEFANTE EN EL BAZAR

Grandes daños, grandes destrozos a la nación y a todos los argentinos, por lo tanto se vienen días agitados para el país, la situación de precariedad económica no cesa de presionar a los ciudadanos y especialmente por estos días a miles de empresas PYMES, observan día a día como los gastos crecen desmedidamente ante sus actividades de ventas las que están en baja, porque ha bajado también el poder adquisitivo de la gente, lo que trae aparejado gran preocupación social. Millones de argentinos sueñan con la esperanza de un país mejor, pero el ancla de la corrupción esta tan clavada en el barro que parece imposible sacar el barco de esta calamidad que inmoviliza la nación. La lucha es constante y si todos los argentinos no tiran de la cadena para levantar este contrapeso y liberarnos de ese lastre es probable que no se salga. Todo esto no vino de manera espontánea, fue consecuencias de pésimas administraciones del país incluida la “década ganada” que batió todos los record. Los corruptos están infectados de pasiones malignas que aunque se les muestre evidencias de sus ladroneos, igual lo niegan, y terminan diciendo que es “persecución política”, lo que indudablemente es el colmo de la caradures. La ex presidenta está acusada de permitir, o quizás ser parte integrante de situaciones delictivas de gran magnitud, sin embargo con sus escénicas y escasas declaraciones se muestra esquiva y absolutamente indiferente sobre el tema corrupción y no habla en forma clara, demostrando soberbia con falta de humildad y grandeza. Tampoco desmiente las graves acusaciones del enriquecimiento ilícito vinculado al desmedido incremento patrimonial, ni a la ruta del dinero K, ni a las recientes denuncias de Vialidad Nacional sobre obras inconclusas, pero sí cobradas. Mientras tanto la justicia se encuentra despertando a una realidad ineludible, parece que comienza a trabajar para tomar acciones sobre la catástrofe jurídica nacional que permitió la impunidad a niveles exagerados. Ahora hay un Fiscal que ha manifestado: “esta investigación se encuentra orientada a determinar la existencia de una asociación ilícita dirigida desde las más altas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional, primeramente por el Presidente Néstor Kirchner y luego por su esposa y primer mandataria junto a Lázaro Báez, Cristóbal López, Carlos De Sousa, y Osvaldo San Felipe” todos comprometidos en hacer funcionar una matriz corrupta que permitió la apropiación de millones de dólares en detrimento del pueblo argentino, mientras que a la vez las mismas personas que robaban descaradamente, hablaban de “patria” con discursos “populares” los cuales indudablemente asombran con sus conductas tan miserables como sínicas y perversas. Es indudable que Argentina tomó un mal camino y que el gobierno anterior equivoco el rumbo, fue un elefante en el interior de un bazar, destruyó con su accionar todo lo que estuvo a su alcance sin importarle el trabajo ni la dignidad de millones de argentinos. Walter Bonetto 1-8-2016

lunes, 20 de junio de 2016

Río Cuarto y El Agua

Todos sabemos que es algo vital para nuestra existencia y progreso pero nuestra ciudad posee un historial de preocupaciones y contratiempos por el agua desde sus inicios como paraje, pueblo y Villa después, siempre el agua jugó un papel determinante, inclusive hasta nuestros días. Desde los primeros cabildos abiertos en el año 1801 se trataba con preocupación el problema del agua originada por la corriente del río, que se escapaba de su curso amenazando con inundar al pequeño pueblo y se decía: “que el río se salía de madre”. Es que el nivel de su lecho estaba elevado y cualquier creciente lo alteraba y ponía en peligro a las poblaciones aledañas. Estos hechos se repiten en nuestra historia, pero a un siglo después los problemas continúan y se agravan porque se carecía de agua corriente dado que todos los vecinos cavaban su propio pozo, que era “pozo a balde”; apenas encontraban la primer napa extraían el agua tirando una soga con la mano o en el mejor de los casos con una roldana y un torniquete que al girarlo levantaba el balde lleno de agua y así se abastecían del vital elemento. Al principio el agua fue apta como potable, pero con el correr de los años se fue contaminando con residuos cloacales porque cada vecino construía un pozo negro o pozo ciego o tiraba el agua servida a las calles, lo que al incrementarse los mismos se puso a la población en peligro y así fue que durante las dos grandes epidemias de cólera que sufrió La Villa de La Concepción, mucho se sospechó sobre las posibilidades del agua contaminada y se comenzó a pensar seriamente en lograr un sistema de agua corriente para la ciudad de Rio Cuarto. En el año 1887 el Ingeniero Alemán Jorge Dinkeldein propone a la municipalidad formar una empresa y poner bajo su dirección el agua corriente en Río Cuarto. Al final y luego de muchas dudas la idea próspero de manera interesante por los graves problemas de salubridad y en 1888 se habilitó la primera etapa de estos servicios que también incluían alumbrado a gas proveniente de grasa animal, los que funcionaron por algunos años aunque con muchas dificultades por la insuficiencia de los mismos, además la municipalidad pagaba con mucho atraso al proveedor y se perdió la eficiencia hasta que en 1894 se suspenden los mismos por la enorme deuda acumulada y el caótico estado económico de la municipalidad. El sistema de agua corriente Dinkeldein, consistía en una unidad de bombeo y un tanque depósito de 150000 litros, ubicado sobre una torre de 12 metros de altura y su distribución se la realizaba con caño de hierro fundido que totalizaba 8 km de tendido. Toda esta instalación estaba ubicada adonde ahora están las 320 viviendas, pero la red instalada cubría un sector parcial de la población urbana por lo tanto los pozos a balde y la contaminación continuaba, además muchos vecinos no se conectaron a la red por considerarla cara y se seguían abasteciendo con sus propios pozos. Otros de los problemas que potenciaban la contaminación del agua eran las letrinas. Para atenuar el mimo, la municipalidad a través del Concejo Deliberante, dictó una ordenanza en donde establecía la construcción de las mismas en cada domicilio usando exclusivamente ladrillos y cal para revestir y calzar cada pozo, además el mismo debía contar con un tubo de ventilación y no podían llegar a la primer napa de agua para no contaminarla, esto fue una medida que no todos los vecinos cumplían lo que generó muchas dificultades. Este sistema de agua corriente fue el precursor del servicio en Río Cuarto, pero funcionaba con precariedad y no abastecía a la totalidad de la población, por lo tanto no aseguraba la salubridad del agua y aun la ciudad carecía de un sistema cloacal lo cual vivía con un factor de alto riesgo para su población; por otro lado la municipalidad no cumplía con los pagos a la empresa Dinkeldein, por lo tanto la misma no pudo sostener el servicio y presentó quiebra, quedando la ciudad sin servicio de agua y gas. Esta empresa fue rematada judicialmente y obtenida por la firma “Luis Mussot y Cia” la que firma un nuevo convenio con la municipalidad y reanuda la actividad de provisión de agua y gas pero no logra sostenerse en el tiempo presentando muchas dificultades y trabajo sin renovar el equipamiento conforme a las exigencias de la demanda. Luego, en el año 1908, todas las instalaciones pasan a ser patrimonio de la municipalidad en donde la provincia de Córdoba entregó un subsidio para ayudar a concretar esta adquisición y comienza a realizarse una administración propia con el objetivo de reconstituir y ampliar el servicio de agua y alumbrado a toda la ciudad. La municipalidad encuentra el servicio en malas condiciones y además de pagar a quien se lo había vendido debía comprar motores de bombeo, cañerías y calderas si quería mantenerlo en funcionamiento, todo era un gran desafió pero había que asumirlo. Ante esta situación se estableció a través del Concejo Deliberante un decreto en donde se dictaba la obligatoriedad de conexión a la red sobre cada domicilio que pasara al frente, lo cual contribuyó significativamente en aumentar el número de usuarios del servicio, lo que posibilitó hacer que la empresa municipal fuera más manejable y Río Cuarto surgiera en lograr poseer un servicio vital como era el agua corriente. Walter Bonetto 19 de junio de 2016 (Fuente consultada: “Servicio de Agua Potable y Efluentes en Rio Cuarto”- Ing. Miguel Anguel Pérez- INGRAF edición julio 2015)

miércoles, 8 de junio de 2016

Un desplante que preocupa

La intervención de la Guardia Suiza días pasados en la Plaza San Pedro del Vaticano que pidió a la trabajadora social argentina Margarita Barrientos que abandonara el lugar y además se le informó que el Papa Francisco no la iba a recibir provoca una situación de desencanto muy contundente sobre las acciones del Santo Padre en dezmero de gran cantidad de católicos y ciudadanos argentinos que sienten un especial cariño por el Papa. Ya existen antecedentes sobre esta conducta del Obispo de Roma, quien demostró una frialdad incorrecta cuando recibió con tanta indiferencia y poca simpatía al Presidente argentino Mauricio Macri., todos estas acciones son motivos en donde se observa una línea política la cual no debería de existir porque contribuyen en sacar de sintonía a la fe católica por la falta de ecuanimidad de sus autoridades Margarita Barrientos es una trabajadora social y luchadora ejemplar y destacada para los más humildes y los que padecen hambre; por esos mismos que la iglesia defiende con tanto ahínco, entonces es inentendible y de mal gusto que haya sido rechazada por el Vaticano . Su ideología política no es afín al Frente para La Victoria, pero esto no tendría nada que ver, en absoluto, ella puede tener cualquier ideología y no por eso debe estar desmerecida porque su labor es gigante y ejemplar y no pide afilicion a partido político alguno para atender a los necesitados que tienen hambre. Esta mujer viajó con tanto cariño y entusiasmo al Vaticano para saludar al Papa Francisco que su corazón desbordaba de alegría y expectativa, pero sus esperanzas se apagaron abruptamente cuando el guardia suizo le comunicó el no recibimiento. Así fue como vivió una noticia inentendible. Sintió una brutal injusticia, una cachetada que le pegó en el corazón, no entendía ni entendió la actitud de la iglesia en contra de ella y sintió que no le pegaban solamente a ella, sino que le pegaban una cachetada en la carita inocente a cada niño, a cada adolescente con hambre que cada día va a Los Piletones a tomar el desayuno, un plato de sopa o lograr el almuerzo porque realmente son pobres y precisan de la solidaridad. Para todos ellos la “década ganada” paso de largo, no se detuvo, Margarita con su delantal a cuesta es quien los contuvo, los contiene y les da dignidad; es inconcebible que el máximo jefe de la iglesia no entienda esta situación de amor al prójimo y vocación para servir a los más pobres y necesitados creando así una tremenda desesperanza desde un lugar que debe ser el eje de la esperanza para lograr un mundo mejor y más justo en este universo tan difícil y desesperado. No debe ser fácil estar en las relaciones publicas y protocolo del Vaticano, con un agenda plagada de requerimientos y audiencias; pero lo cierto es que uno observa la cantidad de audiencias y recibimientos que hizo Francisco a personas argentinas incluyéndose muchas de ellas muy cuestionadas por conductas deplorables, es ahí que duele cuando se rechaza la recepción de Margarita al frente de una causa tan noble y de una conducta intachable. Algo pasó, algo no funcionó bien porque es mucho lo que no se entiende, es como una cadena descarrilada; como que algo se escapó del lugar y lo triste es que el primer actor de este episodio fue una persona tan querida como tan nuestra que es el ex padre Bergoglio. Indudablemente que es una herida que deja mucho dolor, pero seguramente el Papa Francisco es un Jesuita distinguido, inteligente, bien intencionado, sensible a los dolores del mundo y de corazón abierto y entonces será capaz de cerrar esta herida para que los chicos del comedor de Los Piletones vuelvan a sonreir y sigan rezando por él. Walter Bonetto 3 de junio de 2016 http://walterbonettoescritor.blogspot.com walterbonettoescritor@gmail.com Twiter: @walterbonetto Página de Facebook de Walter Bonetto

miércoles, 20 de abril de 2016

Una señal muy negativa

Siempre es necesario entender que para fortalecer la democracia y sostener a la república, nuestros gobernantes deben demostrar grandeza y desprendimiento, cosa que últimamente están lejos, muy lejos de lograr por parte de los mismos, así lo resultados en donde cualquier ciudadano con un poco de sentido común se puede dar cuenta del proceder de sus conductores políticos a través de lo que hablan y lo que obran y gran parte de la sociedad se termina convenciendo, salvo excepciones, de la enorme mediocridad de nuestros gobernantes
La presentación días pasado de la ex presidente argentina ante la justicia fue un acto fallido y lastimoso que demuestra una vez más la falta de grandeza de la ex funcionaria usando una estrategia muy bien calculada, para, en lugar de declarar ante un magistrado que la había citado, terminar victimizándose y dar un discurso político inexacto ante sus apasionados seguidores, realizando declaraciones y acciones no agradables por su alto cargo. No es justo que ocurra esto en un país serio, porque todo funcionario de gobierno está obligado y debe dar cuenta ante la justicia de sus actos, cualquiera sea su color político y bandera que esgrima. O sea, nadie debe tener corona ante esta situación de irregularidades cometidas en un mandato de gobierno, todos sin excepción deben dar cuenta de sus actos. Ocurre que en la actualidad hay una cantidad de acusaciones muy contundentes que comprometen y sospechan del gobierno de Cristina Fernández por varios motivos, como: enriquecimiento ilícito, la ruta del dinero robado, contrataciones del estado dirigidas por el poder ejecutivo hacia determinadas personas, gastos y contrataciones que rayan o pertenecen al escándalo y tantas situaciones más que causan escozor a cualquier ciudadano de honestidad y de trabajo y es imprescindible que la ex mandataria lo aclare adecuadamente porque alomejor son acusaciones injustas, y no dar la cantinela de “perseguida política”. No dudó la ex mandataria en manifestarse como una “perseguida política” y en manifestar que tanto la justicia como el actual presidente Macri la están persiguiendo con injusticia, cosa que es totalmente inexacta; solamente tendría que dar su punto de vista y explicar sobre las decisiones que tomó por cada acto en el momento que se le pide explicaciones, pero no lo hizo , al contrario, triste ejemplo, con una conducta casi infantil y poco seria, ironizó y hasta bailó desde un balcón para demostrar una absoluta indiferencia y desplante a lo que la justicia le reclama. Lo triste de todo esto es que varias decenas de miles de personas aceptan y aplauden esta conducta de la ex presidenta quien en gran medida se burla de quienes claman sobre sus decisiones de gobierno, conducta que verdaderamente está mal y no responda a una encumbrada persona pública ni a una estadista comprometida con su nación. En el caso del juzgamiento a un ex funcionario debe existir seriedad de los ciudadanos quienes no pueden ser parte de la aceptación de la sospecha; concretamente por más que se simpatice con un líder no se lo puede aceptar si es corrupto, y todo corrupto debe ir a la justicia en donde se le tendrá que dar derecho a su defensa y es la justicia que lo condena o lo absuelve. Todo gobernante si cometió, o se sospecha que cometió ilícitos debe ser juzgado sin importar el partido político o la agrupación. Cuando esto ocurre(La oposición de los ciudadanos para que la justicia indague) como en la actualidad, es muy grave, es propio de una gran decadencia. No es justo defender personas sospechadas de corruptas porque son estas personas las que nos hacen trampas todos los días y se burlan groseramente de nuestro futuro. Cristina Fernández, al día después de sus declaraciones ante la Justicia en la causa por presunto fraude al Estado, encabezó su primera actividad política desde que dejara el poder el 10 de diciembre pasado, motivada por el entusiasmo de pensar en liderar a un frente ciudadano de resistencia a las políticas oficiales; de todos modos hay miles de personas que la aplauden pero debemos ser sensatos, dado que hay millones de argentinos que la condenan y están deseosos que explique sobre su enriquecimiento sospechado de ilícito y sobre las cadenas de hoteles que posee en el sur argentino. Nada le resultará tan sencillo a Cristina, más aún si se considera la fractura existente del mismo peronismo, la cual ella es responsable en gran medida, quienes gran parte de sus líderes no le dan el apoyo que precisa, por eso es la convocatoria de diputados e senadores en la cual no cosechó los resultados esperados, dado que hay muchos que si bien asistieron, a la hora de las decisiones votaran a favor de medidas del nuevo gobierno, ya no los tiene más “disciplinados” como en años anteriores. Lo mejor que podría hacer la ex presidente es dejar de lado su altanería y someterse a todo interrogante de la justica con entereza y humildad y quizás esto la favorezca más de los que sus enemigos piensan y podría cosechar miles de adhesiones que ahora está perdiendo. Walter Bonetto 16 de marzo de 2016