Por los
sederos equivocados
No es posible no hablar de política por estos tiempos ante
una argentina tan desestabilizada en lo económico y en lo social. Se está
usando la dolorosa situación de duelo, causada por la epidemia ante la muerte
de miles de argentinos, para avanzar sutilmente en la desestabilización de la república
y avanzar a pasos agigantados. Seguramente que los males de nuestra nación
vienen desde hace décadas pero no se pueden corregir los mismos desarmando
instituciones, al contrario precisamos fortalecerlas, mejorarlas, corregirlas y
nunca desestabilizarlas.
Ocurren en el país por estos tiempos una serie de acciones
que nos hacen pensar que no hay buena intensión en la política gubernamental y
da la sensación que los ciudadanos argentinos estamos siendo llevados de manera
adrede hacia un país con ideas comunistas, que en definitiva no tiene
aceptación en la gran mayoría de la población. Y justamente “la población” es
el camino, es el combustible para que la nave del gobierno actual, alcance su
objetivo y los gobernantes lo están usando arteramente.
Esa población resulta ser muy maleable y aunque miles de
personas protesten de manera esporádica, saben los gestores revolucionarios que
eso no alcanza y tienen grandes posibilidades de ganar por insistencia ante la
debilidad por la falta de organización y la incredulidad de millones de
ciudadanos que deben ser sometidos a un nuevo sistema de gobierno. Un cambio
que terminará resultando muy doloroso.
Es un camino perverso, en donde a diario se observa que el
gobierno demuestra la clara intención de confundir valores y tratar de
modificar esquemas de poder para retorcer a las instituciones tradicionales de
la nación y ponerlas a su medida, en donde es indudable que con este accionar la república se pone en peligro y aquí se pone
en peligro el verdadero pensamiento de la libertad y la justicia, pero también
se pone en peligro el trabajo, la salud, la educación y la dignidad de los
habitantes de una nación.
Esto no es una crítica, es expresar una realidad que aunque
la traten de negar, se observa, en donde parece que millones de argentinos no
advierten o son indiferentes y lo más lamentable es que, cuando realmente lo
comiencen a advertir sea demasiado tarde, porque las modificaciones profundas
que se realicen en la justicia, en la educación, en la salud y en otras áreas,
dejaran a la nación endeble y así permitirán lograr los objetivos de cambiar a
argentina.
Ya se vislumbra claramente el alineamiento del país hacia
países de izquierda con ideas disparatadas de la realidad y del orden. Es así
como vemos que el gobierno actual apoya al terrorismo de Hamas; a la condena de
candidatos opositores en Nicaragua, al apoyo incondicional a la dictadura de
Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro; el guiño de aceptación del
gobierno sobre los ataques sutiles pero potencialmente peligrosos a la propiedad privada, con la toma de
propiedades en distintas provincias. Todo esto, que son solamente algunos
ejemplos, es la antesala que en definitiva se presenta para encarrilar a una
sociedad sobre un sistema totalitario y de izquierda que traerá consecuencias
muy lamentables.
En estos últimos años al país le fue mal y por estos días
nos va peor, dado que a diario existen desinteligencias de nuestros gobernantes
que permanentemente hacen dudar más sobre el buen futuro de la nación. Se está
luchando con una epidemia atroz y mortal que cada día se cobra la vida de miles
de compatriotas; empresas a lo largo y ancho de la república que cierran sus
puertas y despiden empleados; otras empresas que se van del país porque no
logran seguridad para su desarrollo, provocan enormes fugas de capitales y
escriben a sangre y fuego que Argentina es un país no confiable; niños y adolescentes que no
reciben educación; políticos totalmente desunidos que no ponen de acuerdo sus
ideas para lograr objetivos de grandeza que favorezca al país ; funcionarios
procesados por la justicia pero en plena gestión de gobierno; un costo de vida
que cada día condena más a los que menos tienen. Todo esto forma un paquete de
desesperanza que se torna tan peligroso.
¿Cuál será la solución ante semejante drama? Es posible que la única solución
está en las próximas elecciones en donde los ciudadanos sean capaces de poner
de pie a la nación.
Walter Bonetto
24-6-2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario