martes, 8 de junio de 2021

 

ARGENTINA PREOCUPADA

Visto lo que ocurre por estos días en nuestro país, lo cual no es nada nuevo y es “lo que supimos conseguir”. No se trata de tomar parte pensando en “si lo queremos al actual Presidente de la Republica  o no”; estas son miserias que marcan una peligrosa pasión y prejuicios y no hacen otra cosa más que condenar el progreso y la esperanza de nuestra nación y también hacen florecer las terribles miserias de miles de personas.

Los ciudadanos somos responsables y debemos tener la vocación de cuidar la democracia y no solamente de cuidarla, sino de perfeccionarla, hacerla creíble y consolidarla, porque solamente esto es el camino de la república que precisamos encontrar todos los argentinos y realmente, hasta ahora, no lo hemos encontrado y constantemente la ponemos en peligro.

Ahora bien, nos podemos preguntar ¿qué es encontrar la república? Encontrar la república es todo lo contrario a destruir la nación, cosa que, quizás en gran medida inconscientemente, venimos haciendo los argentinos desde hace décadas, y lo hacemos por indiferentes, por permisivos, por violentos, por corruptos, por no tener objetivos claros y por ser un país desorganizado. Así seguimos transitando un rumbo equivocado que lo mantenemos con gran perseverancia y al lugar de construir, destruimos o permitimos la destrucción progresiva a nuestra nación y por ende a nuestro futuro. Es como si no nos importara lo que tenemos.

Si entramos en detalle debemos decir que a nuestra república la venimos destruyendo con gran virulencia desde la década del treinta con el derrocamiento del presidente Irigoyen, y ahí continuamos por ese sendero equivocado sin darnos cuenta de una vez por todas que “debemos despertar”, porque precisamos unirnos y ponernos de acuerdo sobre qué país podríamos construir entre todos, pero estamos encaprichados en la pasión política y perdemos la gran posibilidad del éxito porque siempre accionamos para el fracaso.

 Hay miles de palabras de aliento que levantan argentinos con criterio sobre este tema, porque se dan cuenta que esta situación decadente por la que transitamos, siembra un camino negativo, perverso, y no son indiferentes; pero también es justo decir que hay millones de seres indiferentes, que aceptan y permiten cualquier propuesta virulenta presentada con sutileza pero con malas intensiones, sin interesarle la esencia del problema y terminan siendo incautamente arriados por los violentos, agrandando así la enorme grieta que tiene esta nación, la que se debate ideológicamente con total injusticia, entre lo que mal se llama neoliberalismo y entre los que simpatizan con la ideas de izquierda y la presentan como una solución de vida, sin darse cuenta de los enormes fracasos e injusticias sufridos en todo el mundo producto de esos sistemas; por lo tanto ninguna de estas dos propuestas tienen la razón ni son dueñas de la verdad.

 Nada han resuelto en la humanidad las propuestas comunistas ni revolucionarias, al contrario fueron absoluto sinónimo de decadencias y muchos casos de terribles crímenes y persecuciones ideológicas que avasallaron a los derechos humanos de millones de hombres, mujeres y hasta niños. El ejemplo es lo que a diario vemos sobre lo que ocurre en la república hermana de Venezuela, como miles de familias escapan de ese país. Problema dramático que Argentina increíblemente apoya.

 Podemos ver también en la actualidad que países como Rusia y China se dieron cuenta del fracaso político y aunque jamás lo reconocieron, tuvieron que optar progresivamente por economías capitalistas para progresar porque el sistema comunista no funcionó. Así vemos como ahora hay gente humilde en China que invierte en la bolsa de comercio y compran lentamente acciones en empresas privadas y esto ocurre en la patria del proletariado, en donde se observa claramente que los comunistas se están volviendo capitalistas. Es así como el mundo va cambiando y sepultando ideologías. Es necesario entenderlo.

 En el medio de estas enormes diferencias citadas, hay una enorme franja de ciudadanos que pretenden otra cosa, que quieren trabajar sin vivir del estado, que no pretenden tener pasión política descontrolada, que quiere educar a sus hijos y que quiere tener una vejes digna y protegida, objetivos que están altamente amenazados y son en muchos casos inalcanzables y es así como esa gran franja de la población queda enormemente confundida y sin esperanzas.

 Los grandes países capitalistas seguramente que han cometido enormes errores y los siguen cometiendo provocando grandes diferencias y despojos a las sociedades en muchos órdenes de la vida, porque permitieron la formación desmedidas de inmensas y monopólicas empresas que con sus influencias y patrimonios fueron también influyendo en los poderes de muchas naciones, sometiendo y dominando a gran parte del pueblo para beneficio propio.

Por otro lado la doctrina comunista que se expresó como una tabla de salvación, terminó siendo un terrible método dictatorial de esclavitud y condena que no triunfó en ningún país, donde solamente se vio a una sociedad sometida y dominada sin progreso de ningún tipo y sin derecho de que el ciudadano piense con libertad, porque si lo hace es “enemigo de la revolución”. Nuestro país se debate en ideologías absurdas y en diferencias injustas y vergonzosas al lugar de unirse prudentemente con inteligencia para consolidar a la nación, creando un país libre, sin violencia y sin corrupción, para darle así el futuro que se merecen las nuevas generaciones.

Por lo tanto es necesario que cada argentino despierte y que vea la realidad del mundo. Que luchemos cada día por el trabajo, trabajando; por la educación, estudiando, y que esta última sea verdaderamente educación y no adoctrinamiento, para así enseñarles a pensar con libertad a los jóvenes.

 Es posible que los argentinos debamos cambiar y pensar mejor, con mayor ecuanimidad para que así nuestra patria posea trabajo, salud, educación, justicia y seguridad; para que cada hombre y cada mujer sepa rechazar a los corruptos que causaron nuestra atroz decadencia y a los violentos que generan el caos que no nos merecemos. Este es el camino para encontrar a LA REPUBLICA y encontrar realmente LA LIBERAD y EL SANO PROGRESO.


Walter Bonetto

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