Aniversario del Área de Material Rio Cuarto
Con gran esperanza y como un importante complejo industrial
militar nacía hace 74 años, el 10 de agosto de 1944 lo que
es ahora el Área de Material Rio Cuarto, aledaño al por entonces pequeño pueblo de Las
Higueras, un taller especializado que repararía aviones militares. Los hombres
de la aviación llegaban a Las Higueras y esto generaba grandes expectativas.
Muchas personas estaban
tristes porque los desplazaron de sus chacras y quintas, dado que el Gobierno
expropió 900 hectáreas al costado oeste del ferrocarril y también una franja de
terreno sobre el costado opuesto, con el propósito de construir un barrio
militar que al final no se concretó en
ese lugar; sólo se hizo la casa del jefe de unidad, residencia por casi treinta
años. Pero también, muchas personas estaban alegres, más que tristes, porque se
generaba una fuente de trabajo formidable para centenares de jóvenes.
Entre algunas tristezas
y miles de alegría nacía este importante y llamativo “complejo”, compuesto con
gran cantidad de instalaciones: hangares, talleres, dependencias y pista de
aterrizaje; por aquellos tiempos el mejor instalado en el país; pero además en
el “sector norte” se instaló el “Grupo de Artillería Antiaérea”, que era unidad
totalmente independiente. Su puerta de ingreso y guardia era el mismo edificio
donde en la actualidad está la Escuela Técnica; y en donde se encuentra actualmente la División Contaduría, estaba la Guardia de Prevención
del Taller Regional. En el centro de estas dos unidades se instaló una “unidad
alojada” también independiente, donde funcionaban los “Depósitos Regionales”
que dependían directamente de la Dirección General del Material Aeronáutico.
(DGMA).
Lo principal era el
“Taller Regional”, pero junto a él funcionaba la unidad de abastecimiento para adquirir y
proveer los repuestos y componentes de los sistemas de armas que se reparaban;
y al norte, el Grupo de Artillería que estaba para defender sus instalaciones.
La mano de obra que se requería
para esas actividades se especializó en la legendaria “Escuela de Aprendices” , que recibía a
jóvenes, muchos de ellos pupilos, de institutos de formación técnica y de escuelas
de trabajo de localidades de la región. Luego de tres años preparación
egresaban y se les incorporaba como operarios de los talleres conforme a la
especialidad adquirida. Muchos agentes civiles, como también, oficiales y
suboficiales, ante de ingresar en la escuela militar
egresaron de aquel instituto de formación
técnica. Por ejemplo, un anterior Jefe de Estado Mayor de Fuerza Aérea,
Brigadier Normando Constantino, fue un egresado de aquella Escuela de Aprendices.
Esta instalación,
conocida popularmente como “la Base”, comienza su actividad en 1944, y su
primer jefe fue el Vicecomodoro Eloy Guillermo Aguilera. El advenimiento de un
complejo técnico logístico dotado con maquinarias y equipamiento de primer
nivel, único en toda la región, significó un antes y un después para la localidad de Las Higueras y la ciudad
de Rio Cuarto. Además de realizar exitosamente la intervención de los aviones
especializó a más de un millar de técnicos que prestaron servicios en esas
instalaciones.
Este grupo de unidades
militares se caracterizó desde su comienzo por su destacado orden, disciplina
del personal, tanto militar como civil, resultaba impecable. También existía
una impecable prolijidad en sus instalaciones que brindaban un paisaje
asombroso donde abundaron los parques con árboles muy bien cuidado; un complejo
deportivo admirable, inmaculadamente blanco,
su pista de atletismo en ovalo totalmente rodeado de arbustos cortados simétricamente,
al centro de ese ovalo la cancha de futbol, pista de atletismo, tribunas para espectadores,
una cancha de gol frente los depósitos de abastecimiento y el puesto1, lo que
ahora es la entrada principal; existía un pequeño lago al frente de esa
entrada; sobre las tribunas de la cancha una jaula con aves exóticas,
distanciado hacia el sur un poso donde por un tiempo muy breve hubo dos
leones, mientras que varias llamas Vivian
en el mismo parque y adornaban el impecable paisaje. Su principal calles
pavimentadas con senderos de fresnos e hileras de ligustrinos bien recortados y
mantenidos en todo su recorrido.
El horario del
personal, muy estricto, era de 06 a 14 y todo se manejaba con toques de sirena.
Antes de la sirena de las 14 hs no podía haber nadie afuera de los talleres y
el personal comenzaba su actividad rigurosamente a seis de la mañana.
Esta unidad militar dio
preparación y trabajo a mucha gente, fue el porvenir de centenares de familias
y le permitió crecer significativamente a la localidad de Las Higueras. Era
impactante ver al arribar a la plataforma frente a los hangares, la cantidad de
aviones que se reparaban y probaban para vuelo, como lo bombarderos
cuatrimotores Avro Lincolm y Lancaster,
y la cantidad de mecánicos a su alrededor más lo que trabajaban en los
hangares. También los aviones de carga Bristol y tantos más.
Las reparaciones de
ciclo mayor se inician con la intervención de los Curtiss Hawk 75-0. 30 de
ellos fueron totalmente construidos en la Fábrica de Aviones de Córdoba junto a
su motor Wright Cyclone, con esta máquina
se duplicó la velocidad del vuelo de los
aviones producidos en argentina.
La trayectoria de esta
unidad se encuentra cubierta de
prestigio y en tiempos de máximo apogeo llegó a contar con mil agentes civiles,
mucho con alta especialización, más todo su personal de oficiales, suboficiales
y soldados que prestaron servicio en esa unidad.
Hoy en día es un “Área
de Material” y sigue siendo una esperanza para miles de personas y para la
región donde se aloja. Siete décadas de existencia describen toda una gloriosa
trayectoria por todos los sistemas de armas que se intervinieron.
Quienes vivimos en su cercanía
abrigamos esperanzas para oír como
antaño en cada momento el rugir de los aviones que desde ese querido lugar
aterrizaban y despegaban constantemente engrandeciendo el quehacer aeronáutico
nacional.
Walter
Bonetto
miércoles,
25 de julio de 2018
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