La Nación en penumbras
Lo que nos ocurre a los argentinos es lamentable, la
corrupción sembrada en el gobierno anterior a invadido tantos
compartimientos de la república que
confunde a la gran mayoría de los ciudadanos, así es como se termina pensando
que muchos de los gobernantes y dirigentes de importancia son corruptos y
seguramente que en su totalidad esto no es, ni fue siempre así, porque hay
dirigentes honestos pero no sobresalen ni son noticia, al contrario, se destacan
los corruptos disfrazados de honestos.
Por un lado están los corruptos anteriores a esta gestión de
gobierno acusados de gran defraudación al estado y muchos con prisión
preventiva, que ellos mismos se dicen
que son “presos políticos”, sin embargo el accionar de gran parte de estos y lo
descubierto por la justicia, demuestra tantas calamidades que quedan rotulados
como delincuentes que se aprovecharon de
la función pública para cometer actos ilícitos y enriquecerse.
Por otro lado, existen muchos dirigentes del gobierno actual, quienes criticando la gestión anterior dejan
de hacer con eficiencia lo que deben hacer y se inclinan a remarcar diferencias
que terminan confundiendo a la sociedad. En el medio de estas enormes
diferencias está la república casi indefensa con sus grandes necesidades y sus ciudadanos ansiosos por encontrar un
futuro mejor y más próspero.
Ahora bien, existe
una gran penumbra porque es difícil encontrar futuro en un país tan dividido, con un gobierno tan cuestionado, con una oposición política en gran parte tan
destructiva, en donde lo que menos hace es acompañar, sino que todo lo
contrario, vive poniendo palos en las ruedas, empeñada claramente en hacer
fracasar a la gestión actual. En gran medida esto es acción de la corrupción
que toma residuos de conductas salvajes para destruir constantemente a la república.
Así es como nos quieren hacer creer que delincuentes del
gobierno anterior son “presos políticos”;
así es que nos quieren hacer creer
que Milagros Salas no defraudó a la nación y a miles de ciudadanos y su fortuna la hizo con trabajo; que la
señora Bonafini es inocente y perseguida, mientras que ella cada semana se da
el lujo de insultar al Presidente de La República con total desparpajo y caradures
desde el mismo canal del estado, sin pensar que también insulta a millones de
argentos que eligieron al presidente. Que el ex ministro De Vido no cometió irregularidades en su función de gobierno. Que
hay dirigentes sindicales que se “enriquecieron
con honestidad” y aunque no usen
corbata y anden de camperita no pueden disimular sus fortunas espurias,
mientras que millones de argentinos
sabemos que son corruptos y tantas cosas más que asombran y escandalizan, que
faltan el respeto al pueblo trabajador y honesto, pero sin embargo estos
corruptos y sus seguidores manipulan a
los trabajadores y gran parte de la
sociedad se mantiene permisiva y así pretenden
hacernos creer que a ellos “los
persigue la justicia” tratando de burlarse
de la democracia y de la honestidad de las personas confundiendo siempre a los
ciudadanos.
Las tremendas amenazas que sufrió y sufre la república no fue otra cosa que la
corrupción desmedida y empeñada en hacer fracasar al gobierno actual, desde el
mismo momento que la ex presidenta ensancha profundamente la grieta,
cuando no le entrega el mando al actual
Presidente de la Nación en el Congreso Nacional,
lo que generó una situación vergonzosa y reprochable desde todo punto a
analizar en donde el argentino falto a la cita
y la nación quedo vapuleada por una conducta altamente irresponsable de
un funcionario.
Eso también se vio claramente ante la conducta demostrada por la oposición frente
a la lamentable desaparición de Santiago Maldonado en agosto de 2017 en donde
buscaron denodadamente rédito político con apreciaciones mentirosas y falta de
seriedad.
Se repite la misma conducta ante la agresión
por los incidentes para impedir la sección
del Congreso de la Nación en el mes de diciembre pasado, cuando un grupo de
manifestantes intentaron derribar la valla de contención de la sede legislativa
y lanzaron miles de piedras, palos y botellas destrozando la infraestructura de
la plaza del congreso y agrediendo de
manera violenta a miembros de seguridad.
Estos manifestantes no actuaron
solos, contaban con la aprobación y
estimulación encubierta de
muchos integrantes de la oposición que estaban
sentados en sus bancas aplaudiendo a los violentos.
También hay ingredientes de corrupción en
relación a lo que ocurre en la
actualidad al ver que las clases en la
provincia de Buenos Aires son
chantajeadas por los gremios que cada año extorsionan inescrupulosamente usando
a los alumnos de rehenes, indudablemente que esto ocurre porque se está conviviendo con un sindicalismo arcaico que
pretende mantener sus objetivos a cualquier precio, convirtiéndose en destructores
de las normas sanas de convivencias y respeto a la constitución nacional.
Ante esta realidad nuestra nación precisa indefectiblemente
salvarse, salvar a la nación significa
retomar el rumbo centrado de las cosas el que está basado en el respeto de los tiempos políticos que eligió la
ciudadanía en las urnas. Para esto se debe excluir definitivamente a la
corrupción de la política y dar libertad a la justicia para que encarcele a los
delincuentes y absuelva a los inocentes si así correspondiera. Hay millones de
argentinos que buscan a una patria mejor en donde se valore el trabajo la honestidad y el bien común florezca. Si
esto no ocurre nuestro país estará
continuamente en penumbras y cada día el futuro de los argentinos estará más
amenazado, situación que verdaderamente es lamentable que ocurre por la falta de grandeza de
nuestros políticos.
Walter Bonetto
6 de marzo de 2018
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