sábado, 25 de febrero de 2017

Mansilla en Río Cuarto (parte 1)

Lucio Mansilla nació el 23 de diciembre de 1831 en el barrio de San Telmo de Buenos Aires en un sector conocido como el Presidio Viejo, fue hijo primogénito del Coronel Lucio Norberto Mansilla , y de Agustina Ortiz de Rosas, hermana de Juan Manuel de Rosas,
De adolescente fue empleado de un comercio de la familia, estaba encargado de llevar los libros de contabilidad y por esos años, cuando tenía 16, se enamoró de una jovencita que era modista, Pepita, la que trabajaba en una fábrica de sombreros. Esto originó un revuelo, porque la familia Mansilla no aceptaba a la niña por no tener el estatus social que ellos poseían y además sostenían que Lucio era muy joven para comprometerse en un noviazgo.
A Lucio eso no le importaba y se puso en rebelde, él estaba muy enamorado de Pepita, y ante los problemas de no aceptación familiar, los novios decidieron fugarse al Uruguay, pero no pudieron lograr lo planeado, dado que en el momento del escape fueron traicionados por un conocido de la familia, que en lugar de ayudarlos como les había prometido, los denunció a los Mansilla y los jóvenes fueron y detenidos y separados ya cuando estaban sobre una embarcación para partir.
Ante esta situación Lucio fue tratado por sus padres de manera rigurosa y enviado de castigo a la estancia de un tío al frente de la Bahía de Samboronbón en donde tendría que trabajar como peón. Trabajando en aquel lugar, en una oportunidad y con el permiso de sus patrones en un día de descanso, fue a visitar a otro tío que vivía en Chascomús y ocurrió que quedó encantado de una prima, así que cada vez que podía, Lucio, “visitaba el tío” y terminaron enamorándose los jóvenes que luego y con los años fueron matrimonio.
Enterada su madre de aquel noviazgo familiar y muy preocupada por la conducta del hijo a la que consideraba escandalosa e inaceptable, lo trajo urgente y lo puso a trabajar en un saladero familiar cerca de San Nicolás, lugar este donde entretenía sus ratos de ocio con la lectura de libros que extraía de una antigua biblioteca paterna. Un día fue sorprendido por su padre leyendo el “Contrato Social de Jean-Jacques Rousseau ” lo que para nada le gustó, porque entendía que esta lectura era inadecuada para el joven y le sembraba ideas inconvenientes.
Muy preocupados los padres por su hijo que lo observaban con una conducta reprochable, decidieron hacerle cambiar de aires y lo enviaron de viaje a la India para comprar mercaderías y que se le refrescara la cabeza. Lucio, se sintió contento porque salía de la rigurosidad del trabajo duro. Aprovechando esa oportunidad y luego de hacer todas las compras encomendadas y tramitar su despacho a Buenos Aires, como un joven muy inquieto y con el dinero que le había sobrado de las inversiones, anduvo por Calcuta, Egipto, Londres y Paris, lo que le dio mucho conocimiento aquella parte del mundo y vivió en el extranjero durante tres años; vuelve a su tierra preocupado por su familia poco antes del levantamiento de Urquiza quien ya había hecho una proclama.
Cuando su tío lo recibió en Palermo, luego de hacerlo esperar durante muchas horas, le dio la bendición por su regreso de Europa y aquel día que lo recibió por gestiones de Manuelita de Rosas, hasta las tres de la mañana le estuvo leyendo el discurso del nuevo periodo que daría como Gobernador ante el Congreso de Buenos Aires, periodo que no se cumple por la Batalla de Caseros y el derrocamiento de Rosas; mientras repasaban los escritos “Manuelita le servía por indicación de su padre los platos de arroz con leche a su primo”, que según los historiadores más avezados coinciden que fueron siete.

En 1852 y se incorporó al ejercito formando parte de la Confederación, pero al poco tiempo vuelve a Europa acompañando a su padre y hermano. En aquel viaje y en el mismo barco, se encuentra con Domingo Faustino Sarmiento que iba a Brasil, haciendo lo imposible logró entablar un vínculo en donde el gran maestro queda impresionado por las ideas del joven, con quien mantiene importantes relaciones que perduraron por varios años.
Regresa Mansilla en el año 1853 y contrae matrimonio con su prima Catalina, aquella que había conocido en Chascomus; por varios años se dedica al periodismo, actividad que le interesaba mucho y se desenvolvía con excelente habilidad. En una oportunidad estando en un teatro colmado de público en la ciudad de Buenos Aires, insultó a los gritos al Senador José Mármol por una publicación hecha en su novela “Amalia”, en donde Mármol, según Mansilla, ofendía a su familia, lo retó a duelo y lo acusó al senador de cometer injurias inaceptables. Esto le costó la inmediata detención y fue penado con extradición. Ante esta situación se fue a vivir a Paraná que era capital de la Confederación y no llegaban las leyes de Buenos Aires. En aquel lugar se dedica a realizar periodismo y se compromete enteramente con la política.

Años después interviene como voluntario en la guerra del Paraguay, participando en varias batallas alcanzando el grado de Teniente Coronel en el año 1868 y se desempeñó como principal ayudante del General Emilio Mitre. Posteriormente apoyó la campaña presidencial de Sarmiento a quien El admiraba y logra el grado de Coronel pretendiendo que Sarmiento al ser nombrado Presidente, le diera el cargo de Ministro de Guerra, deseo que le fue negado, en cambio fue destinado a partir del 28 de diciembre de 1968 como jefe de la Frontera Sur en la provincia de Córdoba, lugar donde protagoniza episodios que le costaron su destitución del ejército.
El día 18 de enero de 1869 Los vecinos de La Villa de La Concepción de Río Cuarto, cansados del acoso e invasiones de indios, se reunieron con alegría y esperanza, desplegando banderas y estandartes junto a una banda de música para recibir con algarabía al entonces Coronel Lucio V. Mansilla, quien a las once y media de la mañana de este día arribaba con su Batallón 12 de línea, con el objeto de defender la frontera, trabajar con nuevos tratados, y ampliar los límites de aquella frontera hasta el Río Quinto.
El Coronel Mansilla a pesar de su corto periodo en La Villa de La Concepción protagoniza episodios muy singulares que fueron verdaderos hitos para nuestro devenir histórico los cuales serán expresados en la próxima entrega.
Fuentes consultadas:
Historia de Río Cuarto Víctor Barrionuevo Imposti tomos 2 y 3 impresión Carlos Firpo SRL
http://www.elhistoriador.com.ar/biografias
Carpeta histórica del autor.
Walter Bonetto

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