sábado, 8 de agosto de 2015

Entrevista al poeta y escritor Héctor Forcade

Héctor Fourcade

Hombre de Río Cuarto con un cariño muy especial a su ciudad, la describió en versos  y recorrió su historia. Verdadero poeta lugareño que trabaja constantemente con la poesía  autor de muchos libros. Pone pasión  en sus poemas y los trasmite con el corazón abierto, enseña  la poesía de un modo singular logrando la emoción profunda de muchos de sus lectores. Recita sus poesías  y conmueve, despierta inquietudes y sorprende.  Sus poemas hablan de la vida, del amor, de la esperanza, de la amistad, del trabajo y de la belleza.

Trasmite valores  y enseña a comprender el porqué de la poesía  como el arte de sublime para expresar lo más profundo e indescifrable,  así despliega su melancolía interior y la comparte como poeta.   Autor del Manual del Poeta y responsable de distintos talleres literarios de la ciudad y la región en donde constantemente trasmite sus conocimientos.   Fue un importante empresario industrial  y fue Presidente de la Cámara de la industria.  Dirigió  por muchos años las páginas  del Diario Puntal  vinculadas con la poesía.    Autor  editor de la publicación “El Decidor;  productor y conductor del programa de radio “Las dos plumas”. Recibió importantes premios por su obra  y fue galardonado en el año 2010 con el premio “Juan Filloy”  por su labor poética.  Organizó   junto a otros miembros  la “Sociedad de Escritores de  Río Cuarto” SER, de la cual es el presidente.

 Héctor, muy buenas tardes, es un placer estar aquí contigo.
  — Buenas tardes, muchas gracias por la entrevista, haciendo referencia a tu dicho de “poeta mayor” te digo que debo ser uno de los poetas más grandes de edad que quedan.
De alguna manera y aunque uno no lo pretenda, la poesía está incorporada en la personalidad, en el espíritu, el alma del escritor. Siempre digo que quien quiera conocerme que lea, porque no he tenido ningún cuidado, no he respetado al lector, le he contado como me late el corazón, la posibilidad de mostrarme completamente desnudo. Si a alguien le sirve lo que he sentido y lo que siento, bienvenido sea.

¿Cómo nace en Héctor Fourcade la inclinación por la poesía y desde que edad?
 — Creo que esto viene conmigo, tengo una poesía escrita de puño y letra de la madre de mi papá que le escribió a mi hermana mayor, su primera nieta.
Con mis hermanos nos escondíamos detrás del sillón grande de casa para escuchar a mi papá decirle poemas de amor a mi mamá. Éramos diez  hermanos y mi papá nos decía que podíamos leer todos los libros que queramos menos los de un sector, pícaramente fuimos a leer a ese sector, donde estaba lleno de poesías. También recuerdo que una niña en la primaria me escribió en un papel: “¿Me amas?” y yo conteste: “Te amo porque existes y aun si no existieras te amaría, quiero tanto tu amor como quiero a la vida, que si tu no me amaras moriría”.  De manera que puedo decir que desde niño tengo esta inclinación por la poesía.

¿Tu escuela primaria estaba en Rio Cuarto?
 — Sí, fui a la escuela Normal. En tercer grado, tuve una excelente maestra, fue ahí que empezó a mostrarse mi vena.

¿Tu primer amor a que edad?
   A los dieciséis  años. Fue un amor espectacular, los primeros versos que escribí fueron para ese primer amor.

¿En el secundario, como siguió tu vida?
 — Tuve un profesor de literatura donde nos hizo ver hasta Góngora. Después ya cuando fui más grande me atrapó la vida, me casé, tuve hijos, tuve que trabajar y cumplir con el papel de “macho proveedor” que esta sociedad machista exige, donde ya no tenía más tiempo para escribir, de igual manera siempre tuve presente la lectura.

¿Cómo fue tu adolescencia?
 — Fue muy interesante, íbamos al campo en vacaciones, donde cada uno tenía su propio caballo. La familia Fourcade es una familia de los señorones de aquella época en Rio Cuarto, fundador de la Sociedad Rural, una familia con muchas hectáreas, muchas vacas, pero muchos hijos también, lo que hizo que la herencia no pasara a dos generaciones, por lo que tuve que pelear la vida desde joven. Siempre hice lo que me gustó hacer, tengo que agradecerle a Dios, en todos los ámbitos pude hacer lo que me gustaba.

Volviendo a la poesía, te he oído decir que a la poesía  no hay que explicarla ¿Cómo es eso?
 — Lo primero que digo, si hay que explicar el poema, no sirve. Y si el poema no conmueve, no sirve. Son dos cosas fundamentales. Porque si no se atrapa al lector, si no le corre el frio por la medula no tiene mucho sentido, lo mismo pasa con la literatura en general.
Alguien dijo que al poema hay que construirlo de tal manera  que una vez hecho si se le saca una palabra el poema se desmorona, y esto es tan cierto que cada palabra es imprescindible. La poesía es tan pura, tan concreta que no permite que haya palabras que estén de más.

Entiendo que  poeta es una persona que debe tener mucha sensibilidad y mucha observación.
 — Así es, deberían ser dos cosas que formen parte de la personalidad de un poeta.
En los talleres explico y les hago hacer ejercicios: salga a la calle y observe, piense en que estará pensando la señora que pasa por la calle. Veamos caer la hoja del árbol en otoño de una manera diferente. Con respecto a la sensibilidad es ahí donde puede diferenciar a las personas, ser sensible puede ser un don natural y también se debe ejercitar.

¿Tu referente en poesía quien fue?
   Fueron los clásicos desde el principio, la poesía española ni hablar. Y tengo a un argentino que es Leopoldo Lugones, cuando uno lo lee encuentra todo lo que se necesita, con respecto a la observación, la sensibilidad.

¿Seguís escribiendo permanente?
   Sí, absolutamente, no tanto como quisiera porque vuelvo a tener responsabilidades como adulto mayor que me lleva muchas horas.

Cumplió diez  años una revista que es una publicación tuya, ¿fue una gran satisfacción?
   Absolutamente, una de las cosas más lindas de los últimos tiempos, usted en una de las notas que me envió me dijo que he escrito más de tres mil  páginas, la verdad que no me había dado cuenta que en diez años las había escrito. La revista cumple una parte importantísima de esta misión que me he impuesto de hacer gustar la poesía. Esta revista, “El Decidor”, ha perdurado más de diez años, es la revista más antigua y que más ha durado en el espacio riocuartense, dada la característica cultural que tiene.

¿Cuántos libros tienes escritos hasta ahora?
   Diez libros de autoría propia, de los cuales una es una novela (Fue una atrevimiento mío escribirla, pero quería darme el gusto), cuatro o cinco son poemarios completos cada uno con una temática particular y doce en coautoría.

¿Sos un hombre de fe, Héctor?
 — Sí, soy un hombre de fe. También descubrí que la fe no es racional, esto de filosofar, y buscar en la teología razones lógicas para las respuestas a las grandes preguntas; es una tarea que no llega a respuestas concretas, porque la fe no es razonable, se la tiene gracias a Dios o no se la tiene, pese a que la mayoría de los científicos terminan de rodillas ante la magnitud del infinito del universo, ante esas cosas que nuestra limitada mente no le encuentra razonamiento y las otras que ya son filosóficas que estamos haciendo acá, el sentido que tiene la vida. Yo creo que la fe en Dios da sentido y objeto a la vida.

¿Qué opinas del Papa Francisco?
  Es un profeta, me parece que viene en un momento oportuno, en el momento que más se necesita que alguien hable, necesitamos una forma de entendernos los hombres, de entender la riqueza, la distribución, las responsabilidades para con el otro.

¿Qué opinas de la juventud?
 — Tendría que ser maravillosa  y en gran medida lo es, pero también observo que es uno de los graves problemas que tenemos, estoy yendo a las escuelas secundarias a dar charlas sobre la poesía y realmente con las preguntas que me hacen me doy cuenta que esta desorientada, están desinteresados, no les preocupa, no tienen interés por el futuro, les faltan valores, están entretenidos o los están entreteniendo con otra cosa. El sistema los está entreteniendo con la Play Station, el teléfono, los whatsapp, el sistema te permite conectarte a través del teléfono y  tener mil amigos pero hay mucho vacío de conocimiento en ellos.  

¿Y de la corrupción?
   Me tiene muy mal, me tiene enfermo, la injusticia  se ha incrementado, esta magnitud del robo, de faltarle el respeto a la gente para obtener más riqueza.  Me preocupa la injusticia de que queden sin pagar sus culpas, yo creo que el que roba debe vivir preso, por supuesto no estoy de acuerdo con la pena de muerte, me parece que el sistema  se ha relajado tanto en esta cuestión, que los mismos jóvenes no creen en la política. Pienso que la corrupción es uno de los flagelos más serios de estos tiempos, porque nadie cree en la virtud del que administra.


¿Qué es Río Cuarto para vos?
   Como  patria es la tierra donde se ha nacido, patria es la tierra donde se ha sufrido, y es mi patria, con todo lo que la palabra tiene de padre. Gracias a la ley de la territoriedad de las embajadas soy riocuartense,  pese a que yo nací en la Ciudad de Villa Mercedes, en la casa que era el lugar donde estaba radicada la feria “ascendados riocuartenses” que eran los pioneros de aquella Sociedad Rural originaria. Nací en un lugar de bandera riocuartense, por lo tanto me considero riocuartense.  Aquí crecí, aquí me desarrolle, aquí tuve y tengo mis amores, mis nueve hijos, mis doce nietos, eso hace que las raíces estén profundamente ligadas a esta tierra.


Héctor, ¿Cuál es tu hobby?
 —En este  momento es escribir y leer. También toco el piano, la música es importante para mí.


¿Fuiste empresario también?
   Otra parte poética de mi vida, sí,  y fui muy adinerado también. Nunca entendí a alguien que se sienta detrás de un escritorio esperando que la gente entre a comprar, no podría estar jamás. Siempre salí a buscar los negocios, por eso fui industrial, y siempre inquieto, buscando donde estaba el producto. He viajado por el mundo aprendiendo y estudiando. Gracias a Dios pude hacerlo, exportaba a 17 países del mundo productos de electrónica fabricados en Río Cuarto por mi empresa. La caída de ese proceso industrial fue tal vez un error mío, en aquella época los industriales compraban campo, yo compraba máquinas para producir más, llegué a tener 68 empleados. Ese periodo de mi vida fue muy importante, pero como en todas las cosas de este país, hay imponderables y algunas imposibilidades que no dependen de uno.

¿Tenés enemigos?
   No sé si enemigos, si sé que alguna cosquilla he hecho en la vida, esta actitud mía de disfrutar de la exposición no es bien vista por muchos, pero me recuesto y me defiendo diciéndote que la envidia no perdona, aunque sea el homenaje que la mediocridad le ofrece al merito.

¿Cómo ves a los escritores de Rio Cuarto?
 — Creo que son muchos, hay algunos muy buenos, están sufriendo una realidad que es no recibir el apoyo de nadie para hacer conocer sus producciones porque el sistema de las editoriales hace que no todos tengan la posibilidad de editar sus libros. Ese negocio está preparado para ellos, para los libreros y las editoriales, el escritor es el menos beneficiado en ese sistema y cae entonces a la edición del autor. En busca de una solución a esto que estoy planteando, es que nació la SER (Sociedad de Escritores Riocuartenses) exclusivamente para hacer conocer las producciones literarias de nuestros escritores y ayudarlos con sus ediciones. La SER tuvo un gran éxito, antes de ella  había como un silencio que gritara y tuvimos una respuesta inmediata de la gente. Fue algo muy interesante y contagioso.

Bueno Héctor hemos llegado al final de esta entrevista, te dejo el último minuto para que cierres con lo que quieras.
   Bueno te deseo contar  que estoy escribiendo mis memorias, ya tiene título se llama “Bis a Bis” —cara a cara conmigo mismo—, y realmente yo mismo me admiro de todo lo que he pasado en mi vida, han pasado muchas cosas en mi vida y estoy agradecido. Bueno ahora  como poeta me corresponde terminar esta nota con un poema.

“Ya no, ya no soy quien antes fui,
 ya no voy, tan solo vengo,
 los años que ya no tengo son los años que viví,
solo queda lo que di,
Dios conoce en qué medida
y al darme la despedida que se la puedan decir
que no me importó  morir, pues gaste en vivir la vida”


Gracias Héctor  Fourcade

WB Julio 2015

1 comentario:

  1. Gracias Walter por la nota... Es Ud- muy generoso en sus apreciaciones.. Gracias...

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Gracias por tu comentario