miércoles, 1 de julio de 2015

Formula incompatible y apuro insalvable

El cuadro político nacional presenta para el país en estos días varias aristas de análisis que pronostican situaciones  preocupantes y que  inquietan a muchos ciudadanos. La conducta de nuestra presidenta es uno de ellos; se pone en evidencia por el constante uso de la cadena nacional para hacer campaña ante las próximas elecciones.

Otro aspecto es la decisión tomada por la Primer Mandataria de que Daniel Scioli fuera el candidato a presidente  por el Frente para la Victoria, lo que les cayó como un baldazo de agua fría a los dirigentes de La Campora, en donde se sacudieron todas las estanterías de los proyectos de avances que esta agrupación tenía  y debieron silenciosamente resignar muchas pretensiones  y subordinarse a un líder que para nada es camporista,  pero que arrastra un liderazgo que aquellos no poseen.


Sobre este tema vale considerar  que se olvidó la presidenta cuando el 2003 lo increpaba públicamente por la cadena nacional  pidiéndole que  “había que saber gobernar y gestionar sin operaciones”  porque Scioli le reclamaba presupuesto que no le habían asignado. Mientras que por el mismo tiempo Zannini corría a Olivos con un proyecto debajo del brazo pidiendo la intervención de la provincia.

En contrapartida y para compensar esta acción la “elección que realiza  Scioli  de Carlos Zannini  como compañero de fórmula” se muestra muy dudosa. Hay analistas que sugieren claramente que fue una imposición disimulada para compensar la “pérdida sufrida por  La Campora de lograr un candidato a presidente”, quedándose por esta designación con una representatividad más encumbrada y de consuelo por la figura del candidato a vice, pero que lo más seguro es que si triunfa, creara no a largo plazo  terremotos en el poder ejecutivo.

Ante este panorama de complicadas inquietudes generado por la misma   presidenta, simultáneamente  no duda en usar su cargo y los recursos oficiales del país para avanzar con mucha decisión, coraje y atrevimiento, en  hacer política de cualquier manera aventajando a la oposición,  haciendo que los actos oficiales sean actos de campaña, no privándose en absoluto de usar la cadena nacional para trasmitir  discursos partidistas y de aseverar categóricamente que todos los logros de la nación los hizo este gobierno.

Para muchos argentinos y especialmente “para los aplaudidores” esto es brillante; en cambio para otros millones  de ciudadanos esto es inaceptable,  e irrita a flor de piel ver el atropello de una mandataria  que comete con su pueblo, sin importarle demasiado lo que pueda decir o pensar quienes no estén de acuerdo ni acepten sus mentiras, como si fuera la absoluta dueña que no tiene obligación de respetar reglas de ningún tipo.

Pero volviendo ahora a figura de Carlos Zannini, parece que son pocos los  que  perciben que esta fórmula conlleva una composición  peligrosa por lo incompatible. La realidad demuestra que Scioli no será para La Campora un hueso fácil de roer, nunca lo fue,  y en el caso que asuma como primer mandatario, —quien tiene muchas posibilidades de lograrlo—  seguramente que los pasos de sus colaboradores los marcara él, incluido el de su vicepresidente, por lo tanto lo más posible será que trastabillen todas las especulaciones que se realizan actualmente, dado que la suma del poder ejecutivo la tiene el presidente, y seguramente también que en este caso la ejercerá.  Scioli,  quien ha hecho largo camino en este aspecto, sorprenderá a muchos por su gran experiencia, mesura y prudencia, además ha demostrado ser  un hombre muy consistente en sus decisiones. Concretamente, lo más posible que ocurra que no será un hombre “manejable” por el cristinismo y va a escuchar a La Campora como a otras agrupaciones sin dejarse condicionar por ninguna. Está preparado para eso por más que los camporistas lo subestimen como siempre lo hicieron.

Otros de los aspectos preocupantes para las autoridades que terminan su mandato  es  trabajar denodadamente  contra reloj para acomodar el cuadro de la justicia a las necesidades “post gobierno”,  porque si esto no se logra es un potencial peligro para  muchos funcionarios, incluida la Presidenta,  en donde al perder los fueros,  quedan totalmente vulnerables de ser alcanzados por la justicia por las múltiples denuncias existentes. Por eso la remoción y nombramiento de nuevos jueces de carácter inmediato, atropellando la Constitución Nacional y por eso es también que hay jueces a los que desean retirar a cualquier precio.

La campaña de remover a la justicia es grande, para lograr urgente estos “necesarios acomodamientos” usaran sin contemplación al Poder Legislativo, lo que lo podrán hacer holgadamente por la mayoría que tienen y no dudaran en realizarlo  sin importarles demasiado la división de poderes que se debe respetar en una república, aquí se trata de salvar el pellejo por causas que se le pueden venir encima por los presuntos ilícitos como el lavado de dinero, la corrupción en la obra pública, el enriquecimiento ilícito,  y vaya a  saber cuántas más  de las que el gobierno necesita acomodar antes de las próximas elecciones .

En  Argentina actualmente  para este gobierno  todo es maleable, todo se puede adecuar para asegurar la trascendencia del poder de manera acomodada y el futuro de muchos funcionarios  así hayan cometidos actos ilícitos o estén sospechados de los mismos. La  Constitución no interesa. La república esta después…la patria está en el olvido y los ciudadanos  pueden esperar tiempos mejores. Lo que vale es el modelo.


Walter Bonetto
1 de julio de 2015
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