Murió Gabo

   Murió Gabo, un símbolo de la literatura latinoamericana; Murió  un Jueves Santo, igual que Úrsula Iguarán, uno de los personajes de su más importante  novela, la que lo llevó a la cima del reconocimiento:  “Cien años de Soledad”. Un hombre con una bondad y sencillez que conmovió al mundo. Su carrera literaria fue indiscutible y nace con un torbellino de ideas que  recogieron el pensamiento de millones de latinoamericanos y por qué no, de ciudadanos del mundo. 

   Gabriel García  Márquez fue un estudiante de derecho que no concluyó su carrera y en 1940  se inclina por trasmitir sus pensamientos como columnista  de distintos periódicos que le dan espacio publicando notas de opinión política y de cine. Así inicia su carrera. Sintió un apasionamiento por muchos de  los destacados hombres de letras del mundo  a quien con otros colegas de su época fueron  analizando sus obras y se fue formando intelectualmente. Se esmeró constantemente para ampliar los conocimientos sobre  la literatura y para eso tuvo un gran talento.

    Influenciado desde su niñez por los relatos y fabulas   de sus abuelos  prendieron en él  su vocación por las letras aunque  nada le fue fácil en el camino de la vida. Cuando tenía 26 años se destaca en Colombia siendo uno de los primeros comentaristas de cine y muy brillante periodista y reportero. A partir de 1955 anduvo  por Europa: Francia, Polonia, Hungría y la Unión Soviética. El  estado de pobreza  que tuvo que sufrir  al recorrer  esos países fue lamentable,  pero obtuvo una gran experiencia para comparar el mundo con Latinoamérica. Después de aquella estadía por el viejo mundo,  en 1960 va a  trabajar  a Cuba  y  al año siguiente en Nueva York  realizando trabajos para la agencia cubana a la que pertenecía, pero sus comentarios y notas irritaban a los refugiados cubanos escapados del régimen  de Castro, entonces la CIA  decidió alejarlo,  aunque diez años después la Universidad de Columbia  de los EE.UU. le entrega el premio  Dr. Honoris Causa.

    Muchos años  vivió en México donde realizó varios  de sus trabajos. Estando  exiliado en ese país por publicar en Colombia varios años consecutivos  una revista de corte socialista; el día 21 de octubre de  1982 recibe la gran noticia de su vida: “La Academia Sueca le otorgaba le Premio Novel de Literatura”.

   

    Gabo quedó consagrado ante el mundo; su pasión por la literatura  logró el universo que él se merecía. Logró la gloria de las estrellas. Su labor literaria tan brillante como apasionada supo conmover a millones de lectores y seguramente que su obra perdurara por siglos para la humanidad.  En definitiva sabemos que ha muerto uno de los más grandes hombres de las letras de Latinoamérica. Su partida no fue en vano, deja una herencia  muy significativa que marcará el rumbo y será guía de  miles de nuevos escritores.  

Walter Bonetto

17 de abril  de 2014

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