sábado, 24 de agosto de 2013

Jorge Lanata, “entre amores y odios”

    La aparición contundente de la figura de Jorge Lanata en el periodismo de investigación, no es para nada nuevo, lo que ocurre que ha tocado nervios viscerales del poder como casi nunca nadie  lo hizo. Lanata es un periodista propuesto  a despertar  la sociedad argentina, gritando constantemente “cuidado vienen ladrones” “nos están robando”,  y la sociedad argentina sigue como en soñolencia a pesar que sabe que la corrupción viene de décadas pasadas, entonces es como que está asumida  y la considera parte de sus vidas, por lo tanto en buena medida la termina aceptando;  “que roben pero que hagan”. Hoy el periodista ofrece  una realidad distinta, en donde  juega a cada instante su honor y prestigio para demostrar a la sociedad que está siendo engañada por gran parte de sus funcionarios, que les mienten, que les hacen trampas, y que esto es robar el futuro de las nuevas generaciones. Debemos asumir que nuestra sociedad se muestra tan permisiva y descuidada que decir esto pega muy fuerte, va como en contramano de lo “normal”. Ahora bien, debemos reflexionar que no es cualquier persona que lo dice y que no todo lo que dice son mentiras.


   En la faz de su profesión es   indudable que es un  hombre de gran experiencia y preparación  con cuarenta años de trayectoria, más de treinta importantes premios recibidos en el país  y en el extranjero,  y más de doce libros publicados, en donde por lo menos uno de ellos es best seller con la mayor cantidad de ventas en los últimos 40 años, por lo que debemos convenir que no es un hablador improvisado,  sino todo lo contrario, posee un prestigio y una lucidez intelectual para desarrollar su especialidad que pocos la demuestran; además a esa lucidez la anexa con un carisma personal que aunque a muchos no les guste, trasmite sus ideas con gran lucidez y sinceridad. La aceptación que tiene Lanata de gran parte de la audiencia del país provoca una envidia descomunal y varios medios de comunicación,  junto al mismo gobierno y periodistas muy conocidos -aunque sin el calibre ni la capacidad de Lanata-,  lo tratan de destruir a diario  y de cualquier manera.

   Si hoy se hiciera una encuesta de aceptación en Argentina sobre Jorge Lanata, superaría el 80% de personas que lo apoyarían casi incondicionalmente; pero de todos modos el accionar contundente de este hombre, crea también una gran cantidad de odios y por supuesto de enemigos, porque  siendo acusado que pertenece a una corporación,  está tocando sin piedad la corporación del poder actual.
   Ante esta situación el gobierno nacional al principio quedó sorprendido con las denuncias del periodista y se mantuvo en silencio, tomó la estrategia de ser indiferente, luego al ver que las denuncias por corrupción continuaban, afiló a un sector del periodismo afín, para contrarrestar su accionar, pero no pudo de ninguna manera lograr el objetivo. No dudó en programar la transmisión de “Futbol Para Todos” modificando los horarios para juntarlos en el espacio de la emisión del programa de Lanata, pensando que iban a interferir seriamente el rating  de Periodismo Para Todos, cosa que no resultó. Actualmente el gobierno cambia de estrategia y el Secretario General  de la Presidencia desmiente denuncias de un viaje fuera de protocolo de nuestra Presidenta, pero lo hacen tan mal, y termina dando exabruptos  que desmerecen a un hombre que está en la función pública   tratando  de desmentir algo que es indesmentible, porque el periodista denunció con un “Boletín Oficial” en mano, de lo que  el gobierno había escrito y publicado.

    Las denuncias de Jorge Lanata  han resultado muy preocupantes, molestan e incomodan a una considerable cantidad de funcionarios. Si fueran mentiras, son totalmente condenable por toda la sociedad Argentina y el periodista debería pagar porque no es justo difamar, porque no es justo injuriar, porque no es justo dar a entender que muchos funcionarios argentinos son delincuentes. No porque se tenga un micrófono se puede decir cualquier cosa, esto realmente es una infamia y debe ser inaceptable. ¿Ahora qué ocurre si las denuncias son verdad como el periodista y el equipo de investigación muestran y aseveran? Sería una situación muy doliente y vergonzosa para el gobierno, pero más doliente es para el verdadero ciudadano que se siente estafado por sus autoridades y sabría que está siendo gobernado por muchos delincuentes, por lo tanto Jorge Lanata sería un valiente y un patriota.

    Ante esta situación calamitosa que nos ocurre la Justicia Argentina debería actuar con mayor celeridad y poner las cosas en su lugar,  para esclarecer así un accionar poco claro que termina dividiendo innecesariamente a la sociedad.

Walter Bonetto
24 de agosto de 2013
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