jueves, 4 de abril de 2013

Opinión: Corea. Un foco de gran tensión.




     Desde 1905 y hasta el año 1945 la península de Corea  era una colonia del Japón,  pero este país al perder la guerra fue expulsado por los aliados  y lamentablemente  se produjo  la división de este territorio en el que se tomó el paralelo 38 como la línea de demarcación  en donde los rusos y los chinos apoyaron la  Corea del Norte, mientras que los norteamericanos y sus aliados, la Corea del sur. Los dos grandes sistemas políticos de la humanidad se enfrentaron dividiendo sin miramientos a un país de hermanos y no dejaron de sembrar diferencias ni odios,  el capitalismo  con el comunismo compitieron por “la conquista”. Quizás ninguno haya triunfado pero el país se mantiene dividido.

     Después de tres años de guerra, dado que ambos estados reclamaban la península entera,  se firmó un armisticio aunque  en definitiva nunca se logró la paz y se suscitaron enormes diferencias que tensaron constantemente las relaciones, y si bien años atrás existieron intentos de mejorar las mismas, nunca prosperaron.

    En La actualidad Corea del Sur es considerada una de las trece economías más grande del mundo, desplegó con el apoyo de occidente un potencial industrial de privilegio que lo lleva a ser en la actualidad uno de los países más avanzados tecnológicamente con un desarrollo extraordinario  en las comunicaciones y la electrónica. Es líder mundial en la industria naviera de grandes barcos de carga,  y posee una industria   automotriz que se considera de primer nivel.

     Corea del Norte en cambio desarrollo su potencial militar con uno de los ejércitos más poderosos del mundo,  se considera que ocupa el cuarto lugar en personal incorporado, posee más de un millón y medio de efectivos más varios millones que forman la reserva. En octubre de 2006 detonó su primera bomba atómica, lo que escandalizó a los potenciales enemigos y desestabilizó la región. Más allá de los reclamos de muchos  países del mundo, el objetivo que dice mantener esta nación aunque pocos lo creen, es “desarrollar su potencial atómico considerando que el mismo es vital para su defensa”,  convirtiéndose así  en el noveno país sobre la tierra con esta capacidad.

    Por otro lado se debe considerar que el poder militar de Corea del Sur, aunque aparentemente no se hace demasiado alarde, también es asombroso y está vinculado con el enorme crecimiento de este país desde décadas pasadas a pesar que existieron grandes desencuentros entre sus dirigentes y el pueblo para encausar la república, ocurridos por agitaciones políticas extremas y golpes de estado con gobiernos dictatoriales que fueron confundiendo los destinos previstos por esa  nación, en donde movimientos de trabajadores y estudiantes estallaron, hasta que al final a partir de 1987 favorecieron en impulsar la república y se fue encausando hacia un nuevo orden de estabilidad.

  Corea del Norte es considerado un régimen dictatorial, es denunciado su gobierno por alta corrupción; por falta de libertad de expresión;  por no respetarse los derechos humanos; por una economía desastrosa;  por grandes hambrunas que sufrió la población entre los años 1995 a 1998 en donde murieron  más de setecientos mil habitantes. Quizás todo pueda ser realidad, pero también se debe considerar que son muchas de  estas acusaciones de su enemigos políticos, aunque detrás de estos rótulos impactantes existe un pueblo que seguramente en lo más profundo de su corazón desean encontrar la paz y como todo pueblo desean vivir en libertad y no existe la libertad cuando está latente la presión de la guerra. Las naciones tanto de un bando como de otro, Rusos, Chinos, Norteamericanos, japoneses etc etc.  es posible que poco hagan para ayudar en lograr el camino acertado; quizás cumplan con un protocolo que a nada conduce y  es posible también que pocos trabajen con el esfuerzo y la perseverancia que la situación requiere  para calmar a esa región tensa del continente asiático.

    En definitiva Corea del Norte y Corea del Sur, -(Corea), dueña de una historia y una cultura milenaria-,  son  pueblos hermanos  que heredaron conflictos y situaciones impuestas en gran medida por las potencias dominantes posterior a la segunda guerra mundial,  que no siempre les fueron propias  y por algo Corea del Norte  debe estar demostrando su gran agresión o “su inconducta” para los países occidentales.  También es posible que todo el mundo tendría que trabajar denodadamente para la paz en lugar de pensar en quien va a lanzar la primera bomba atómica. Si las Coreas estuvieran unidas,  serían una potencia mundial. Si las dos Coreas trabajaran para la paz, el mundo se entendería mejor y serían un verdadero ejemplo para la humanidad. Las naciones más allá de sus sistemas políticos antagónicos deben hacer lo posible y lo imposible para que ese grado de tensión baje  y se constituya con el tiempo la GRAN REPUBLICA DE COREA  como un ejemplo que la humanidad precisa. Ya se derrumbó el muro de Berlín, debe caer el muro de Corea.

Walter Bonetto
4 de abril de 2013
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