domingo, 1 de diciembre de 2013

Sobre la mujer en la historia… ¿Por qué tanto descuido?

     Siempre el hombre comete errores, la historia también…uno a veces no entiende, pero al final llegamos a la conclusión: y si la historia la escribe el hombre. De los errores más preocupantes que uno observa en la misma: es la falta de héroes  en el bronce de sus placas y en las páginas de los libros de hombres y mujeres que fueron protagonistas de episodios que forjaron el devenir de  esta patria ¡Y no figuran!,   realmente eso duele hasta los huesos. Lugares físicos  que fueron verdaderos hitos   como pueblos, parajes, residencias, arroyos, caminos, sectores en donde se libraron batallas, carecen de referencias y quedaron en el eterno olvido por el descuido del hombre, igual a una gran cantidad de mujeres que describieron trayectorias heroicas y están ausentes como eternas desconocidas.

   Dentro de “esta historia nuestra”, en ciertos  casos  mal contada y ausente de muchos episodios regionales muy interesantes en la lucha por el progreso  hacia el camino de la nación, nos encontramos con la ausencia bien marcada de “la mujer en esa historia”. Al contrario, salvo raras excepciones fue siempre como ignorada. ¿Pero qué paso? Si la mujer estuvo presente, siempre al lado del hombre, con su amor de prienda, de esposa, de compañera, de hija, de hermana, de china… la mujer estuvo siempre con un valor inigualable. En los siglos pasado siempre sufrió los dolores de la pampa, las calamidades del desierto, el cautiverio con los indios, el dolor y “la vergüenza” del regreso de los toldos, la condena de la “sociedad” por los prejuicios que le cargaban por haber tenido un hijo indio al  que igual  ella  amaba con todo su corazón ; el tormento de vivir en situaciones límites y desesperadas sin que nadie la ayudara, el sentirse abusada no solamente por su captor, sino que además por la vida; el haber perdido  hijos  por la leva o por la invasión, tantos atropellos y calamidades que soportó con extraordinario estoicismo. ¡Ay Mujer  cuánto valor has tenido!  Tu empresa fue tan grande y tu camino tan largo, pero parece que el mundo no se dio cuenta que venías andando…

   Así es como podemos manifestar que en todas las épocas el protagonismo de la mujer fue decisivo para consolidar los pasos de la aventura del hombre, pero en gran medida por prejuicios inaceptables  las referencias históricas las trataron de evitar, se olvidaron de reconocerles sus méritos y valores. En las guerras del desierto la mujer estuvo presente cabalgando con las tropas. También  fue la misma mujer que acompaño a los soldados en las guerra de la independencia; en cada rancho en medio de la pampa salvaje la mujer estaba presente esperando a su gaucho, criando a sus hijos y cuidando a sus ovejas, desafiando a “fuego lento” las inmensas soledades y peligros; eran las mismas mujeres que disfrazadas de hombres tomaban fusil y lanza para pelear en contra del indio ante el ataque a su población. Así lo decía Domingo Faustino Sarmiento: "Las mujeres, lejos de ser un embarazo en las campañas, eran, por el contrario, el auxilio más poderoso para el mantenimiento, la disciplina y el servicio (...) Su inteligencia, su sufrimiento y su adhesión sirvieron para mantener fiel al soldado que, pudiendo desertar, no lo hacía porque tenía en el campamento todo lo que amaba."

    Si bien esto fue así, debemos reconocer que  en nuestra historia ocurrieron muchos  actos de omisión sobre este tema. A veces la historia queda subestimada y  así es  que encontramos que son muchos los soldados rasos que protagonizaron episodios importantes y decisivos en guerras y combates pero sus nombres no salieron a luz por su baja jerarquía, siempre aparecía el “Comandante o Coronel”, muy pocas veces el sargento, el cabo, y ni que decir el soldado. Estos, en todo caso, se acotaba a una leve referencia. Su hazaña  debía ser muy grande y sobresaliente para que se la reconociera. Muchas veces la historia fue discriminada  en base al episodio y sus protagonistas y si el protagonismo era de la mujer quedaba en un cono de sombra sin trascendencia ni importancia. Esto también se nota en las historias regionales en donde hechos importantes no tomaron la luz que se merecían y se terminan desconociéndose o dejándose a la distancia episodios señeros de nuestra trayectoria y raíces.

   En el caso de la mujer a través de la historia de la humanidad  se observa claramente que fueron consideradas en niveles inferiores con relación al hombre,  solamente podían obtener algún aprendizaje doméstico y debía mantenerse subordinada al padre o marido, por lo tanto su labor no era relevante y por más que hubiese trabajado o luchado, para la historia su participación fue algo secundario e irrelevante.

   Qué situación más injusta y perversa, hoy la mujer con su lucha y tesón  ganó y sigue ganando un lugar en la sociedad y seguramente que será parte de toda la historia sin indiferencias ni ocultamientos; lo triste, lo preocupante, es su protagonismo en el pasado, que fue intencionalmente escondido y en aquel protagonismo de la mujer se encuentra la consolidación de nuestra patria. Miles de mujeres valerosas ayudaron a forjarla y murieron en la empresa  sin que haya quedado ninguna referencia de sus luchas y valores.

Walter Bonetto
1 de diciembre de 2013
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