viernes, 29 de marzo de 2013

Opinion: "Francisco" Un Río de Esperanzas.


   Mientras el mundo recorre sus días  sobre un tumultuoso cause de turbulencias y amenazas formadas por guerras, desencuentros y calamidades de los hombres, desde Roma se anunció la designación de un nuevo Papa. La noticia corrió con gran velocidad y se desparramó por los continentes. Primero impactó en América y Argentina en particular al oír  “Bergoglio”,  fue un sacudón muy fuerte, una inmensa emoción y alegría  que abre un panorama de esperanzas en gran parte de la humanidad, una humanidad un tanto descreída y doliente que protagoniza un mundo difícil, con muchas complicaciones, violencia,  crisis económicas y sociales,  países que amenazan con bombas atómicas, otros que fabrican armas más poderosas para matar. 


   Son estos los dolores del mundo colmado de desigualdades que acongojan al hombre de hoy y le impide ser feliz. Dentro de este cuadro las religiones trasmiten esperanzas, la fe en Dios creador del universo, alivia muchos estados de desesperación de los que sufren y la labor de esas religiones en general se torna fundamental. La iglesia católica con sus dos mil años de existencia  cumple con su designio en acompañar al hombre para que purifique su alma y encuentre el camino de vida que ella ofrece.

    En este camino de la vida ese nombre que penetró los oídos de millones de mujeres y hombres haciéndolos emocionar a muchos de ellos hasta las lágrimas se convierte en “Francisco”. Una esperanza nueva, un encuentro prometedor que  puede seguir sensibilizando con su extraordinaria grandeza, ejemplo  y humildad, el corazón de muchos seres humanos, pero nada le resultará fácil para este gran renovador.

   Cualquiera entiende que  no es tan simple conducir la iglesia de Cristo, tampoco es tan simple entender al mismo cristiano.  Todos desean que exista una renovación profunda,  “que la iglesia se actualice”, pero debemos entender que “actualizar la iglesia” sería en muchos aspectos   romper con los designios de Dios. Por otro lado la iglesia fue en la historia muy perseguida y lo sigue siendo, gran parte de la humanidad está en estos días de  “luna de miel con el Papa” ¿Pero qué ocurrirá luego con sus grandes detractores? No podrá el Papa aprobar el aborto, ni que los sacerdotes se casen, ni el matrimonio entre personas del mismo sexo, porque esto en definitiva no es la iglesia que lo impide, más que la iglesia  es el designio de la religión católica, muy severo quizás, pero designio al fin. 

    Está en los mismos mandamientos de Dios cuando dice “no matarás” ¿Se puede entonces matar una vida en el vientre de la madre? Sobre el aborto manifestó “que no es una solución” que hay que respetar la vida por nacer porque ya es vida. Y así es como el Papa se ha expresado en que el matrimonio igualitario no está en el plan de Dios; por lo tanto cosas imposibles no se pueden pretender. 

    Uno deduce que hay otros aspectos que se podrán renovar en donde el mismo Papa cuando fue  Cardenal ya se expresó,  reconociendo que hay mucha hipocresía en la iglesia “En nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio (...) Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación”. Y así también habló de los derechos humanos; de la explotación de personas; la desigualdad; las guerras y tantas cosas más.  

    Seguramente luchará con extraordinaria consistencia en mejorar y dar amplitud a la religión católica. También los católicos y no católicos debemos entender que la iglesia no es Roma solamente, también está la iglesia en los campos de refugiados de guerra en distintas partes del mundo; en hospitales con personas enfermas de sida, tuberculosis, lepra en  África, Asia, también en parte muy pobres de América. En todos esos lugares está presente la iglesia  con   monjas y curas que desarrollan sus labores para atender orfanatos,  salvar vidas de tanta gente, sin preguntar si las personas necesitadas o desesperadas tomaron la comunión.  

   Hay una labor muy grande de la iglesia que no siempre está en primeras líneas de noticias y también hay que reconocerla  porque contribuye a la humanidad. No se puede juzgar a la iglesia solamente por algunos sacerdotes descarriados.  Quizás el gran desafío de Francisco es hacer llegar con su fe al corazón de los necesitados en cada rincón de la tierra para que este mundo tenga más paz y menos injusticias. Seguramente es mucho lo que tiene que ayudar a cambiar, Quiera Dios que los hombres lo acompañen en su titánica empresa. 

Walter Bonetto
Viernes, 29 de marzo de 2013

Periódico la Ribera   Nº 307 abril de 2013
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1 comentario:

  1. Eduardo Marcelo Tyrrell · Colegio Nacional de Rio Cuarto
    Walter,¡Gracias!, por tus comentarios en esta gran columna informativa, realmente la elección del Cardenal Mario Bergoglio, Hoy Francisco, es una gran bendición para nuestro país, no me cabe la menor duda de que la iglesia va a tomar y hacer unos cambios grandes, a esto esta destinado este gran hombre Jesuita, los sacerdotes del mundo son bastantes inteligentes para comprender el mensaje y los ejemplos que está dando, está en ellos cumplirlos de lo contrario habrán fracasado en su apostolado, nosotros los pecadores necesitamos pastores creíbles que dejen las comodidades de lado y busquen entre el sufrimiento al que los necesita. A medida que el tiempo pase los habitantes del mundo, se darán cuenta del hermano que por inspiración del Espíritu Santo, fue elegido para guiar la Iglesia católica y abierto también al ecumenismo.

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