Siempre nuestro país cometió actos de desinteligencia, lo inconcebible e inaceptable es que los siga cometiendo. Por lo tanto concluimos que no deseamos aprender nada del pasado. Todos los argentinos soñamos con tener cosas nuestras, bien nuestras y está muy bien que así sea. Pero esas cosas nuestras nos las debemos merecer y las debemos conquistar con organización, trabajo, eficiencia, sentido común y sostenerlas en el tiempo con objetivos nacionales trascendentes y rentables. ¿Cuál es el significado actual de mantener y expandir a una aerolínea nacional que se convirtió en un caos económico y que todos los argentinos pagamos injustamente con nuestros impuestos , si ya fue anunciado que sumadas a las pérdidas que viene acumulando de ejercicios anteriores, el primer bimestre del año en curso dio un déficit comprobable de ciento dieciocho millones de dólares lo que se convierte en un verdadero suicidio.
Convengamos que el objetivo que se persigue con la aerolínea estatal es solamente un objetivo político mal seleccionado del actual gobierno, además es un objetivo que esta fuera de fundamentos lógicos y prudentes de cualquier conducción que pase por situaciones similares a la de nuestro país, porque no es una inversión trascendente, al contrario, si no se administra y explota prolijamente es altamente deficitaria y requiere una constante inversión de capital para ir renovando y manteniendo su flota. Nuestro país tiene otras necesidades más apremiantes que volar a perdida como lo hace actualmente despilfarrando dólares a diestra y siniestra pintados de azul y blanco para decir “tenemos aerolínea propia que surcan las rutas aéreas del país y del extranjero”. Convengamos que esto no es soberanía. Esto demuestra una falta de racionalidad que nos afecta a todos y termina desmereciendo a la república. ¿Por qué tenemos que pagar con nuestro trabajo la irresponsabilidad de los demás? ¿Cuántos son los ciudadanos argentinos que pueden usar la aerolínea de bandera? Indudablemente que son unos pocos.
El presupuesto previsto para 2013 calculado por el gobierno nacional es de 574 millones de dólares que se precisan para nuestra aerolínea? Presupuesto del que luego no se dará explicación porque balance no se hace. Sumado a esta falta de prolijidad que aparentemente se proyecta a largo plazo, debemos entender que las rutas aéreas son altamente costosas para su operación y muchas de las mismas no son rentables por mejor que se las administren, las cuales son compensadas con rutas que sí son rentables. En el caso de Argentina, es posible que la totalidad de las rutas internacionales y de cabotaje trabajen a pérdida. ¿Hasta cuándo va durar esta situación? ¿Cuántas escuelas, casas, hospitales, podría realizar el país con este dinero?
Precisamos dejar de volar a perdida y aterrizar para poner los pies sobre la tierra terminando con este sueño alocado de querer tocar a Dios con las alas de nuestros aviones, los que de paso la mayoría no son nuestros. Sería extraordinario que tengamos nuestra aerolínea propia, pero de esta manera no podremos alcanzarla. Estamos muy lejos de esa realidad y deberíamos trabajar por volar con austeridad, achicar a nuestra aerolínea y hacer un vuelo más sensato y seguro para desarrollar con mayor seriedad a nuestra nación.
Walter Bonetto
25 de marzo de 2013
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