domingo, 27 de diciembre de 2015

UNA SITUACION LAMENTABLE

El escenario  del estado nacional en el orden económico y político  es altamente lamentable y trae aparejado consecuencias de potenciales situaciones muy peligrosas por lo  que el gobierno actual deberá realizar  enormes esfuerzos y equilibrios para vencerlas  y procurar así que no estallen conflictos sociales.
Es inconcebible como el gobierno saliente entrega el país con una cantidad de desprolijidades que son asombrosas  y que no se corresponden con un sistema democrático,  que  con “tanta  prédica  de logros y triunfos”,  pero que en la medida que más se ahonda en su investigación  se observan las grandes mentiras de los funcionarios.

El mismo ex gobernador de la provincia de  Buenos Aires, el colmo de la incorrección, quien  a viva voz expresaba e insistía sobre  “la defensa del modelo y no andar en contramano”  cuando al mismo tiempo entregaba  una  provincia desquiciada por ese modelo que el publicitaba, que no tiene como pagar los sueldos ni el aguinaldo  a sus trabajadores porque sus arcas están vacías,  ¿entonces de qué administración exitosa está hablando?  Esto no es otra cosa que una expresión clara de falta de seriedad y de tomar a los ciudadanos por incautos; por eso es lamentable esta situación y más que lamentable, preocupante, porque hay deshonestidad en los gobernantes.
Son tanta las malas acciones del gobierno saliente que sorprenden y no se entiende el porqué de esta conducta generalizada en muchos funcionarios,  quienes con su accionar demuestran claramente lo poco que les importa  el futuro del país. Indudablemente aquí los patriotas faltaron a la cita y la grandeza de esos funcionarios está ausente.

Fue lamentable también como el gobierno saliente  “promocionó” la escalada inflacionaria anunciando que “la suba de precios fueron por declaraciones de Macri  vinculadas a la devaluación”   —que seguramente tuvo mucho que ver—, pero al mismo tiempo  los kirchneristas  gobernantes casi que en silencio festejaban el aumento de los precios y creaban la situación adecuada para que se produjeran y continuaran, y sino, cómo se explica  que al día siguiente de las elecciones el gobierno arteramente aumentó en un  4.5%  los combustibles,  esa medida  fue el detonante principal para la escalada alcista y que los precios se multiplicaran en todos los productos de la canasta familiar, los medicamentos, el transporte y los servicios, pero  de esto nada dicen y seguramente que ellos son los responsables directos.

En el caso del combustible nunca se había dado en los últimos años el aumento en ese porcentaje y menos se tenía que dar ahora con un petróleo en baja, solamente se entiende como un proceder artero para provocar  la inflación que perjudica a los más humildes  y hacerles sentir el peso a los que asumen. Un proceder verdaderamente reprochable.

En general el país está desquiciado y todavía nos quieren hacer creer que fue una década ganada las que nos dejaron: con las economías regionales destruidas, los recursos energéticos  decadentes, las provincias con economías quebradas o altamente endeudadas, el déficit fiscal de la nación que está superando los ochocientos millones de pesos diarios, la Fuerza Aérea Argentina  que queda desmantelada por no contar con aviones de combate en sus brigadas, situación inédita que nunca se dio en nuestra nación,  lo que desprotege al país; miles de pequeños productores en quiebra con colonias agropecuarias destruidas;  la planta de la administración pública sobrecargada  de gente acomodada por el gobierno que ingresa sin concurso y en muchos casos desplazó a agentes preparados y de carrera … entonces ¿Qué le pasó a Argentina?

Resolver esto no será fácil, el gobierno actual debe proceder con cautela porque tiene que caminar en un campo minado  y lamentable no está procediendo con cautela  lo que es peligroso. El presidente actual  tuvo una alta aceptación en sus primeros días  pero su credibilidad ya inició el descenso por imprudencias de su manejo  en virtud de nombrar jueces por decreto, de intervenir también por decreto al ASCA, indudablemente medidas necesarias, pero llevadas adelante con procedimientos  cuestionables  que le van hacer pagar muy caro   cuando el tratamiento respectivo llegue al Congreso,  porque estas medidas irritan a muchos legisladores y a ciudadanos en general  que se preguntan ¿Y La Constitución?

Concretamente se observa que el Presidente no sabe mirar con adecuada intuición  lo que debe ver  para evitar males mayores y entonces comete imprudencias lamentables que terminan afectando su gobernabilidad; en un escenario que precisa consenso el Presidente se muestra imprudente  y esto es preocupante. Lo mismo ocurre  con sus vacaciones al sur,  en el momento que en el norte hay más de veinte mil evacuados por las inundaciones, en este caso el Presidente debe tener la prioridad de ayudar y estar al lado de los que sufren, “para eso es el Presidente”,  por más que se quiera ahora corregir que desde el sur ira a Concordia,  queda claro que le dio prioridad a su deseo personal  ante la emergencia nacional y todo esto es una lástima porque nuestra república hoy más que nunca precisa seriedad de sus gobernantes.

Hay millones de argentinos que tienen la esperanza  de una república seria con posibilidades de trabajo y progreso. Hay millones de argentinos de honestidad y de trabajo que luchan cada día de su vida con gran tesón y esfuerzo para lograr un porvenir. Hay millones de argentinos que no son ni Kichneristas, ni Radicales , ni Macristas,  solamente quieren y pretenden gobernantes serios, que promuevan el trabajo y no el clientelismo político, que promuevan la honestidad y que no apañen la corrupción y que aseguren que  el progreso se alcanza con esfuerzo y no con la militancia apasionada  que termina sin construir nada positivo  en una nación, entendiendo por supuesto que la militancia es buena  cuando se maneja por los carriles de la corrección y del entendimiento plural de la sociedad.

Todo esto constituye un gran desafío  para los argentinos  de luchar por una sociedad justa y plural, para eso  precisamos del presidente actual lo mejor de él para alcanzarlo, y seguramente se le puede recordar aquel viejo pero sabio dicho: de “Que lo cortés no quita lo valiente”, lo cortés en este caso significa el Respeto absoluto a la Constitución Nacional que es el camino y el sostenimiento de la república.

Walter Bonetto
27 de diciembre de 2015
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