En la faz de su profesión es indudable que es un hombre de gran experiencia y preparación con cuarenta años de trayectoria, más de treinta importantes premios recibidos en el país y en el extranjero, y más de doce libros publicados, en donde por lo menos uno de ellos es best seller con la mayor cantidad de ventas en los últimos 40 años, por lo que debemos convenir que no es un hablador improvisado, sino todo lo contrario, posee un prestigio y una lucidez intelectual para desarrollar su especialidad que pocos la demuestran; además a esa lucidez la anexa con un carisma personal que aunque a muchos no les guste, trasmite sus ideas con gran lucidez y sinceridad. La aceptación que tiene Lanata de gran parte de la audiencia del país provoca una envidia descomunal y varios medios de comunicación, junto al mismo gobierno y periodistas muy conocidos -aunque sin el calibre ni la capacidad de Lanata-, lo tratan de destruir a diario y de cualquier manera.
Si hoy se hiciera una encuesta de aceptación en Argentina sobre Jorge Lanata, superaría el 80% de personas que lo apoyarían casi incondicionalmente; pero de todos modos el accionar contundente de este hombre, crea también una gran cantidad de odios y por supuesto de enemigos, porque siendo acusado que pertenece a una corporación, está tocando sin piedad la corporación del poder actual.
Ante esta situación el gobierno nacional al principio quedó sorprendido con las denuncias del periodista y se mantuvo en silencio, tomó la estrategia de ser indiferente, luego al ver que las denuncias por corrupción continuaban, afiló a un sector del periodismo afín, para contrarrestar su accionar, pero no pudo de ninguna manera lograr el objetivo. No dudó en programar la transmisión de “Futbol Para Todos” modificando los horarios para juntarlos en el espacio de la emisión del programa de Lanata, pensando que iban a interferir seriamente el rating de Periodismo Para Todos, cosa que no resultó. Actualmente el gobierno cambia de estrategia y el Secretario General de la Presidencia desmiente denuncias de un viaje fuera de protocolo de nuestra Presidenta, pero lo hacen tan mal, y termina dando exabruptos que desmerecen a un hombre que está en la función pública tratando de desmentir algo que es indesmentible, porque el periodista denunció con un “Boletín Oficial” en mano, de lo que el gobierno había escrito y publicado.
Las denuncias de Jorge Lanata han resultado muy preocupantes, molestan e incomodan a una considerable cantidad de funcionarios. Si fueran mentiras, son totalmente condenable por toda la sociedad Argentina y el periodista debería pagar porque no es justo difamar, porque no es justo injuriar, porque no es justo dar a entender que muchos funcionarios argentinos son delincuentes. No porque se tenga un micrófono se puede decir cualquier cosa, esto realmente es una infamia y debe ser inaceptable. ¿Ahora qué ocurre si las denuncias son verdad como el periodista y el equipo de investigación muestran y aseveran? Sería una situación muy doliente y vergonzosa para el gobierno, pero más doliente es para el verdadero ciudadano que se siente estafado por sus autoridades y sabría que está siendo gobernado por muchos delincuentes, por lo tanto Jorge Lanata sería un valiente y un patriota.
Ante esta situación calamitosa que nos ocurre la Justicia Argentina debería actuar con mayor celeridad y poner las cosas en su lugar, para esclarecer así un accionar poco claro que termina dividiendo innecesariamente a la sociedad.
Walter Bonetto
24 de agosto de 2013
http://walterbonettoescritor.blogspot.com
walterbonettoescritor@gmail.com
Twiter: @walterbonetto
Página de Facebook de Walter Bonetto
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario