En el año 1881 Río Cuarto era una ciudad progresista,
ya contaba con 8000 habitantes, había
abierto sus puertas el Banco de Córdoba; el empresario Jerónimo Aliaga
habilitaba el servicio de tranvías a caballo y se colocaba la piedra
fundamental para construir el primer mercado de la ciudad en el espacio donde
paraban las carretas, que es adonde ahora está emplazada nuestra municipalidad.
Se le daba el nombre de “Plaza Roca” a la vieja Plaza de la Concepción,
la cual aún se la mantenía alambrada por protección de invasiones que ya en
esos años no existían, aunque el miedo de la gente sí, y por lo tanto no era
fácil levantar el cerco en aquel reducto de defensa que tantas vida había
salvado. La antigua y sufrida Villa,
ahora ciudad llevaba una vida tranquila pero con ganas de gran progreso. Un
joven de 22 años nacido y graduado de
médico en España se bajó del tren y puso
los pies en el andén de la estación del
Andino la tarde del 21 de julio de 1881. Nacía así una gran esperanza para la ciudad y
para el recién llegado. Había que asumir el desafío.
Por esos años no había médico en Río Cuarto,
la salud estaba manejada a la deriva, varios fueron los profesionales que
habían pasado esporádicamente y ninguno quedó como permanente. El joven
Gumersindo cuando llego al país se
desempeñó como médico rural en la provincia de Buenos Aires en la Villa 9 de
Julio, luego de un año decidió viajar a
Córdoba y revalidar su título obtenido
en la Universidad de Santiago Compostela en España. La Facultad de Medicina de
Córdoba bajo un tribunal de profesionales le otorga el diploma Nº 1 a
dicha revalidación. Fue un integrante de aquel tribunal, el Dr. Rossi, que le indicó que el Presidente
Municipal de Río Cuarto, Ambrosio Olmos, estaba requiriendo médicos para Río
Cuarto porque no había. Mucho se entusiasmó el joven y no dudó en llegar a la
ciudad.
Aquí fue recibido con entusiasmo y le
abrieron las puertas a un mundo de posibilidades para trabajar. Fue nombrado “Médico
Municipal” y “Médico de la Sociedad Española”. Su labor fue ardua y sacrificada
pero con el tiempo fue adquiriendo el respeto y cariño de la gente por su constante vocación de servicio y
calidez humana que demostraba. Trabajó
de manera gratuita por más de treinta años en el viejo Hospital de Caridad, además
de atender su consultorio particular en
donde no cobraba las consultas a
pacientes pobres. Realizó una amplia labor solidaria y cultural. Fue Presidente
del Club Social, Concejal Municipal, fue médico de la policía y Director de la Asistencia Pública.
El Doctor Gumersindo Alonso estableció su
residencia entre los años 1894 a 1922 en la calle Alvear 523 de esta ciudad, residencia que aún
se conserva y que es un patrimonio histórico.
Estaba casado con doña Juana Basagoiti, formando un esplendoroso matrimonio en que tuvieron 18
hijos. La honorable trayectoria de este médico y ciudadano fue un verdadero ejemplo de conducta y
trabajo profesional y es considerado como “El Primer Médico establecido en la
Ciudad de Río Cuarto”. El 26 de marso de 1922 falleció en la Capital Federal y
su deceso causó profunda tristeza y dolor no solamente a los familiares
directos sino que toda la población de la ciudad y región. Sus restos mortales
descansan en el Cementerio de la Concepción de Río Cuarto.
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