viernes, 25 de octubre de 2002

Brigadier Juan Ignacio San Martin



 Ilustre Brigadier de la Nación - Promotor de Industria Metalmecánica del país

   Seguramente el apellido San Martín cala muy profundo en el sentimiento de los argentinos porque directamente lo relacionamos con el gran General de América: el Padre de la Patria. Pero  la providencia también nos dio a los argentinos a otro San Martín, que aunque no alcanzó la majestuosidad del primero, no dudó en tomar su ejemplo y  se convierte, más de un siglo después, en otro patriota ilustre, que si bien no cruzó el macizo andino con un gran ejército libertador,  realizó una importante cruzada industrial, de la cual aún en nuestros días  quedan vestigios de aquella monumental obra.

    Había nacido el día 24 de agosto de 1904 en la ciudad de Buenos Aires, (barrio de Floresta) luego de concluir los estudios secundarios  en esa misma ciudad, ingresa al Colegio Militar de la Nación y egresa  en 1924 como Subteniente, para luego ingresar a la Escuela de Ingeniería. Una vez graduado en la misma efectuó la especialización superior en Italia logrando doctorase en aerodinámica, aeronáutica y mecánica.

En febrero de 1944 con el grado de mayor es designado como Director del Instituto Aerotécnico. Por aquel año la industria aeronáutica   a causa de la guerra estaba paralizada por la falta de insumos y de materias primas. San Martín ante la falta de metales continuó con la fabricación  de aviones de madera y se abocó a lanzar la serie de los famosos “I.Ae-22 DL” equipados con  motor nacional “El Gaucho” también construidos en Córdoba bajo su dirección. Luego dirige la  construcción de una serie  de 101  aviones “Calquín” (Águila Real) que eran bimotores de bombardeo y ataque. Paralela a estas construcciones en serie asumió el desafío de hacer producir el famoso avión “Pulqui I”, (totalmente metálico) que fue el primer avión a reacción construido en el país y en Sud América,  lo cual coloca a nuestra nación en la vanguardia mundial del desarrollo aeronáutico.

    San Martín además de impulsar con extraordinaria energía la industria aeronáutica,  fue quien a partir del año 1952  siendo ya ministro de la nación, desarrolla toda la industria metalmecánica del país. A él se le debe el diseño y producción de la motocicleta Puma, de los automóviles  Institec, del Rastrojero Diesel, del tractor Pampa, de la fabricación de paracaídas, de los motores radiales  de aviación “El Gaucho” y “El Indio”  y de la instalación de la  Fábrica de Turbinas en el país. El  desarrollo de la industria náutica deportiva, la fabricación de instrumentos y de herramientas especiales, entre otros tantos emprendimientos.

    En el año 1948 San Martín  había sido convocado por el Presidente de la República para presentarse como candidato a la gobernación de Córdoba, lo cual si bien no quiso aceptar, ante la insistencia del General Perón, y en virtud que había entre ellos un respetuoso y muy considerable aprecio;  al final, terminó  aceptando la propuesta  y el día sábado 12 de marzo de 1949  juraba  como Gobernador  junto a su compañero de fórmula el riocuartense don Fernando Pío Lacasse, quien sería su vicegobernador.

 Más allá de sus funciones de gobernador, no se desvinculó totalmente de la industria  nacional que se estaba desarrollando en Córdoba. Dos años y medio más tarde,    el  3 de octubre de 1951 juraba como Ministro de Aeronáutica.  A través de este cargo tuvo la posibilidad de trabajar más de cerca y consolidar lo que había iniciado en el año 1943 como  Director del Instituto Aerotécnico y lograr los desarrollos ya citados.

   Ante la necesidad de jerarquizar la  Industrialización del  país, logró la creación del IAME (Instituto Aeronáutico Mecánico del Estado) que era  la antigua Fábrica de Aviones  pero le fue sumando toda la recién iniciada fábrica de tractores, de vehículos utilitarios, motores y motocicletas y logró  un funcionamiento autárquico el cual permitía autonomía en su administración y flexibilización financiera. Fue incorporando a ese formidable emprendimiento una amplia participación de la actividad privada nacional, que en definitiva siempre había sido su objetivo, “abrir la actividad industrial a pequeños y grandes empresarios privados”; y bajo este concepto trabajó intensamente para lograr la instalación: desde pequeños autopartistas que fueron creando un cordón industrial en la ciudad de Córdoba, hasta la famosa  Industrias Káiser Argentina (IKA) inició sus labores de alta producción en coparticipación por  el IAME (IAME-KAISER)

    Pero además San Martín  logra la formación e instalación de la empresa TRANSAX  que producía engranajes helicoidales, la empresa Borgward Argentina, que producía motores. La empresa Gilera que producía motocicletas. Forja Argentina S.A. – La empresa Fíat Concord entre otras tantas más, esta última dedicada a  la producción de tractores en la planta que el IAME poseía en la localidad de Ferreyra, y que luego estos tractores suceden al Pampa  y salió de aquella planta el tractor “Someca”, muy usado y aceptado en el agro argentino.

    Córdoba se fue multiplicando en todo aspecto y la actividad industrial fue algo fenomenal, solamente en el grupo de fábricas que funcionaban adentro del IAME había más de 10000 obreros produciendo durante las 24 horas del día en tres turnos de trabajo sin contar las empresas satélites antes mencionadas; mientras que  la cantidad de autopartistas y de proveedores que se instalaron en dicha ciudad permitieron un crecimiento fenomenal creándose así el más grande polo industrial que existía en Sud América

   Lamentablemente todo este proceso se quebró cuando llega la “Revolución Libertadora” en el año 1955 y aquel desarrollo de grandes proyectos comenzó a desvanecerse  precipitadamente. Argentina en materia de aviación perdió el liderazgo de vanguardia que había logrado y a los pocos años después que “nosotros fuimos libertados”, solamente en materia aeronáutica,  Brasil tomó el lugar que abandonado por Argentina  y comenzó a exportar aviones al mundo con una industria en constante progreso, a pesar de que estaban más atrasados que nosotros. Aquel país se convierte en verdadero ejemplo de producción aeronáutica en donde estaba exportando en los años 70 sesenta millones de dólares anuales.

   Luego de la revolución por “la libertad” en Argentina, ya nada fue igual, aquel atropello institucional fue postergando al país y opacando la obra industrial de San Martín, quitándoles iniciativa a los argentinos. Se perdió el entusiasmo, se frustraron cientos de proyectos y de los pocos que quedaron en marcha ya no se manejaron con dinamismo  industrial. El país se fue postergando en el aspecto de desarrollar y generar tecnologías nacionales, mientras que con esta conducta nos fuimos extranjerizando. Se desarmaron equipos de trabajo, se persiguieron   a muchos hombres  y se destruyeron proyectos solamente porque fueron de la época de Perón.


   Posterior a la revolución del 55, revolución esta cargada de odio y de pasiones, el Brigadier San Martín fue  detenido y llevado al penal de Magdalena y luego al penal de Ushuaia en donde pasó varios años en prisión hasta que en el año 1958 el presidente Frondizi viendo semejante injusticia decretó una amnistía para varios casos y  el Brigadier San Martín recupera su libertad. Pero de todos modos nada fue igual y así quedó dañado este argentino ilustre, quien indudablemente  fue un preso político que pagó con  alto precio su creatividad científica, dado que con su labor tocaba intereses de quienes no pensaban como él y querían que todo viniera de afuera. Nunca jamás le pudieron comprobar nada con relación a las infamias de lo que fue acusado por aquellos años de la revolución,  y en el año 1960 la justicia dicta el sobreseimiento definitivo de su causa, aunque no recuperó su grado ni sus derechos.

     El Brigadier  San Martín fue indudablemente un ciudadano honesto, un hombre humilde y lleno de honor, un científico destacado, un soldado brillante, un argentino que trabajó con pasión, entusiasmo y lealtad para su patria. Un trabajador incansable. Un hombre justo,  un ejemplo de conducta de capacidad de honestidad y de grandeza que muchos argentinos deberíamos de tomar el ejemplo.

  El día 16 de diciembre de 1963  y a los 62 años de edad, este patriota de la nación fallece en los Estado Unidos, Los restos de este argentino ilustre   fueron traídos a la ciudad de Córdoba y descansan en el cementerio de San Jerónimo de esa ciudad tan comprometida con su obra. A los diez años después de su muerte, el Brigadier San Martín recibe nuevamente de parte del gobierno de la nación en honor a su memoria, a su conducta y a su obra,  todos los derechos de los cuales le habían despojado con total injusticia y arbitrariedad.


Walter Bonetto
Diario PUNTAL de la ciudad de Río Cuarto
25 de octubre de 2002


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